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jueves, 13 de octubre de 2011

EL ORO Y LA CRISIS DEL DÓLAR

Escrito por Juan Castaingts Teillery
El oro y la crisis del dólar es el título de un libro (1960) de Robert Triffin que fue uno de los mejores expertos en la economía monetaria internacional. Hoy, tanto el título de su libro como mucho de su contenido, cobran nueva actualidad.
Estaba en la Escuela Nacional de Economía de la UNAM en 1964 ó 65, cuando leí el libro de R. Triffin: “El caos monetario”, que es un libro escrito a mediados de los 50 y que relata con minuciocidad y buen enfoque teórico los problemas monetarios anteriores a la segunda guerra, los acuerdos de Bretton Woods (lugar en donde se organizó todo el sistema financiero internacional de la post-guerra) y los problemas de los países europeos para la reconstrucción de sus monedas. Había pues, un caos monetario. Debo señalar que este libro fue decisivo en mi vida académica. Quiero dedicar este artículo a ese gran maestro al que nunca conocí pero del cual aprendí tanto.
Triffin señaló una de las grandes contradicciones del sistema monetario internacionall. De un lado, se tiene que la moneda de reserva internacional por excelencia es el dólar o sea, una moneda surgida en términos de una nación y que se maneja en términos de los intereses de dicha nación y del otro lado, es una moneda que juega el papel clave en las relaciones monetarias internacionales en donde los intereses no corresponden a ninguna nación en particular y sí al conjunto de los países internacionales. Es decir, una moneda dirigida en términos de una nación y que juega un papel internacional en donde el resto de los países no tienen ninguna jurisdicción para actuar sobre esta moneda. No se trata de un privilegio de un solo país que es activo y vuelve a los demás en pasivos, sino que ese privilegio, le da ventajas económicas gigantescas al país que gestiona esa moneda internacional.
La tesis de Triffin es simple: se necesita una moneda que se establezca y se administre en función de los intereses internacionales para que el uso de sus ventajas se distribuyan entre todos los países y pueda ser no sólo el instrumento de cambio internacional justo sino también, un pilar clave para establecer un pilar de cooperación internacional. En los 60 la tesis no era nueva ya que venía de Keynes quien en Bretton Woods, había propuesto una moneda internacional (el bancor) y un banco internacional que administrase esa moneda.
Hay que interpretar adecuadamente a Triffin y a Keynes y no quedarse en el oro como metal precioso sino señalar que estos autores pensaron en el oro como una base monetaria que no dependiese de ninguna moneda nacional para que así pudiese jugar un papel adecuado a nivel internacional. Una moneda internacional para un sistema monetario internacional.
Hoy tenemos un sistema peor que en las épocas de Triffin, pues aunque el dólar sigue siendo la moneda base del sistema internacional, ahora esta primacía se la disputa con otras monedas: el euro en primer lugar, el yen japonés en segundo y el yuan chino en tercero. Es decir, la contradicción que implica la existencia de un sistema internacional y la existencia de 3 o cuatro monedas que se disputan entre sí el dominio de ese sistema.
Desde el 2001 en que escribimos nuestro libro “Los sistemas comerciales y financieros en la tríada excluyente” señalamos que, un sistema en que tres monedas internacionales se disputan el dominio de un solo sistema monetario internacional era necesariamente problemático e inestable. Desgraciadamente, el tiempo nos ha dado razón.
Hoy, el dólar está claramente sobrevaluado pues ante la crisis, muchos han buscado un refugio temporal en él. Pero con tasas casi iguales a cero y con una deuda pública internacional gigantesca y creciente y con China que vende una parte de sus dólares (lo mismo que Japón) y así, el financiamiento del doble déficit de EU (el de la balanza en bienes y servicios y el gubernamental) se hará cada vez más difícil. En ese momento entraríamos a otra fase de la crisis actual y no es de excluírse una corrida hacia el oro como valor refugio.
En la útima reunión del G20, algo se adelantó hacia la creación de una moneda internacional ya que, se aumentaron las reservas del FMI, se incrementó la disponibilidad de derechos especiales a giro (una especie de moneda internacional) y se incrementaron las facultades del FMI. Aunque todo esto es insufciente para sacar al mundo de sus problemas.
Ante estos problemas, en AL no tenemos defensa nacional y por ende, se requiere un acuerdo a nivel de región. Hace años nostros propusimos un banco latinoamericano (el Banlat) y una moneda latinoamericana (el latino).
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