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viernes, 15 de marzo de 2019

Paul A. Samuelson, el primer economista norteamericano laureado con el Premio Nobel

Paul A. Samuelson, el primer economista norteamericano laureado con el Premio Nobel

NUEVA YORK.- Paul A. Samuelson, el primer economista norteamericano laureado con el Premio Nobel y el más destacado académico en economía del siglo XX, murió ayer en su hogar de Belmont, Massachusetts, a los 94 años de edad.

Su muerte fue anunciada por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), que Samuelson contribuyó a erigir como una de los centros de estudios en economía más importantes del mundo. Samuelson recibió el Premio Nobel de 1970 como reconocimiento por haber transformado una disciplina que rumía los problemas económicos en una ciencia que los resuelve, al responder los interrogantes sobre las causas y los efectos con claridad y con rigor matemático. 

Para los economistas, "a la hora de sentarse con un pedazo de papel a calcular o analizar algo, nadie ha sido más importante que Samuelson, pues fue quien proporcionó las herramientas que utilizan y las ideas que aplican todos", dijo Robert M. Solow, otro ganador del Nobel y colega de Samuelson en el MIT. 

Samuelson supo atraer a una brillante lista de economistas para que dictaran clase o estudiaran en esa universidad, entre ellos Solow, así como varios otros futuros premios Nobel, como George A. Akerlof, Robert F. Engle III y Joseph E. Stiglitz. 

Samuelson escribió uno de los textos universitarios más usados en la historia de la educación norteamericana. Su libro Economía, un análisis introductorio, publicado por primera vez en 1948, fue el manual de estudio más vendido del país durante 30 años. Traducido a 20 idiomas, sigue vendiendo más de 50.000 ejemplares al año, medio siglo después de su aparición. 

"No me importa quién escriba las leyes de una nación o conciba sus tratados complejos si yo puedo escribir sus manuales de economía", afirmó alguna vez Samuelson. Su libro de texto enseñó a los estudiantes universitarios a pensar la economía. Su trabajo técnico -especialmente su tesis doctoral, que hizo temblar los cimientos de la economía y que con poca modestia tituló Los fundamentos del análisis económico- enseñó a los economistas profesionales el ejercicio de su oficio. Con esos dos libros, Samuelson redefinió la economía moderna. 

Para varias generaciones de estudiantes, ese manual fue una introducción a las ideas revolucionarias de John Maynard Keynes, el economista británico que en la década de 1930 desarrolló la teoría de que la moderna economía de mercado podía caer en una depresión y que entonces podía necesitar, para reponerse, del impulso de una fuerte inversión pública y de reducciones impositivas. Ningún estudiante podía ya sentirse tranquilo con la panacea del siglo XIX, que dictaba que los mercados privados podían curar el desempleo sin necesidad de intervención estatal. 

Esa lección fue reforzada en 2008, cuando la economía internacional se hundió en su caída más abrupta desde la Gran Depresión. Cuando la Depresión comenzó, los gobiernos insistieron o empeoraron las cosas, intentando equilibrar el presupuesto fiscal y alzando barreras al comercio. Pero 80 años después, y luego de haber absorbido las enseñanzas keynesianas de Samuelson y sus seguidores, la mayoría de los países industrializados implementaron medidas correctivas, elevaron el nivel de gasto público y recortaron los impuestos. 

Samuelson explicó la economía keynesiana a los presidentes de Estados Unidos, líderes mundiales, miembros del Congreso y de la Reserva Federal, por no mencionar a los otros economistas. Era consultor del Tesoro de los Estados Unidos, de la Oficina de Presupuesto y del Consejo de Asesores Económicos de la presidencia.
Su alumno más influyente fue John F. Kennedy, cuya primera clase de economía de 40 minutos con Samuelson, después de la elección de 1960, tuvo lugar sobre una roca en la playa, en la propiedad familiar de Hyannis Port, Massachusetts. Antes de la clase, se realizó un almuerzo con políticos y con intelectuales de Cambridge en la cubierta de un velero, a mar abierto. "Yo me esperaba una comida fastuosa", comentó Samuelson. "Nos sirvieron salchichas y porotos." 

Un intelectual en campaña 

Como miembro del grupo de intelectuales de campaña de Kennedy, el profesor Samuelson estuvo a la cabeza del equipo económico del candidato y mantuvo con él varias sesiones privadas sobre economía. 

Si bien el profesor Samuelson era la primera opción de Kennedy para ocupar la presidencia del Consejo de Asesores Económicos, el catedrático se rehusó, por principios, a ocupar cualquier cargo de gobierno, porque según él, no quería ponerse en situación de no poder decir o escribir lo que pensaba. 

Después de las elecciones de 1960, le dijo al joven presidente electo que la nación se encaminaba a una recesión y que Kennedy debía impulsar una reducción de impuestos para paliarla. Kennedy quedó pasmado. 

"¿Acabo de hacer campaña con una plataforma basada en la responsabilidad y el equilibrio fiscal, y usted me dice que lo primero que debo hacer al llegar al gobierno es reducir los impuestos?", recordaría más tarde Samuelson, al citar al entonces presidente. 

En el aula, Samuelson era un docente fluido, vivaz y entretenido. Es famoso su comentario acerca de las teorías que él y otros habían desarrollado sobre las conexiones entre el desempeño de los mercados de capitales y la economía en general. Dijo: "Es efectivamente cierto que el mercado de valores puede predecir el ciclo de los negocios. El mercado de valores ha llamado a nueve de las cinco últimas recesiones". 

Sus discursos y su pródiga escritura tienen una lucidez y una chispa poco frecuente en los técnicos de la academia. Siempre intentó dar a sus postulados económicos "una vuelta de tuerca al final", decía Samuelson, "como Mark Twain". Cuando las mujeres comenzaron a quejarse de la iniquidad salarial y profesional, por ejemplo, Samuelson salió en su defensa: "Las mujeres son hombres sin dinero". 

Rigor matemático
El primero. Samuelson fue el primer economista norteamericano en ganar el Nobel, en 1970. Fue reconocido por transformar a la economía en una ciencia capaz de resolver problemas a través del rigor matemático. 

Escritor. Su libro Economía..., publicado en 1948, fue el manual de estudio más vendido del país durante 30 años. Fue traducido a 20 idiomas y sigue vendiendo más de 50.000 ejemplares al año. Los fundamentos del análisis económico fue su otra obra más reconocida.
Profesor. Explicó la economía a presidentes de EE.UU., líderes mundiales y miembros de la Reserva Federal y el Congreso. Era asesor del Tesoro y su alumno más influyente fue John F.

Política económica

Política económica


El Gobierno o sector público está constituido por el gobierno-central, autoridades locales, empresas públicas y empresas nacionalizadas. Hablamos de política económica. Al introducir en nuestro análisis la actividad llevada a cabo por el sector público, la economía privada y bisectorial -constituida por los sectores de empresas y unidades domésticas- pasa a ser una economía pública y trisectorial.

Gobierno: Autoridad económica y monetaria que ejecuta la política económica

El gobierno de cualquier nación representa la autoridad en materia económica y monetaria, y a él concierne el hecho de asumir las decisiones relativas a las directrices, normativa y control del conjunto de la actividad económica; es decir, la política económica.

Su protagonismo y actividad creciente en la economía quedan reflejados en una triple función estatal:
Asignación. Provisión de servicios públicos que supone la asignación de recursos hacia aquella parte de la producción no atendida por el sector privado(defensa nacional, obras públicas, educación, etc.).
Distribución. Participación notoria del sector público en la distribución nacional de la renta, a través de programas de asistencia social, estructuras impositivas, etc.
Estabilización y crecimiento. Conjunto de actividades que persiguen la estabilidad económica del país, mediante la reducción del paro e inflación, así como por la intensificación de la tasa de crecimiento de la economía.
actividad económica pública, política económica

Gastos e ingresos públicos

El sector público lleva a cabo sus actividades a través de un programa conjunto de gastos e ingresos de naturaleza pública.
El gasto público
El gasto que realiza la actividad gubernamental en bienes y servicios supone una parte del producto y la renta nacionales. El gasto público es, por consiguiente, el tercer componente de la demanda global de la economía, junto con el consumo y la inversión.
Podemos dividir el gasto público atendiendo a su finalidad en dos apartados:
– Gastos públicos corrientes de bienes y servicios.
– Gastos públicos de capital o inversión.
Paralelamente, el sector público lleva a cabo una serie de transferencias, transacciones económicas, sin contraprestación, que también le suponen un gasto:
Intereses de la deuda pública.
La deuda pública está representada por títulos-valores emitidos por el Estado a un plazo determinado y que tienen como finalidad atraer fondos monetarios privados que financien la actividad pública. El Estado se compromete, por otra parte, a la devolución del capital principal obtenido al vencimiento del plazo, fijado previamente, y los intereses que resulten de haber dispuesto de dicho capital.
Subvenciones:
Son fondos públicos destinados a todos aquellos sectores económicos que precisan de un apoyo financiero para cubrir sus costes. Por ejemplo, el apoyo gubernamental a la actividad agrícola, empresarial, así como a los grupos sociales más necesitado.
Pagos a la Seguridad Social:
El Estado participa activamente en la atención sanitaria de la sociedad en su conjunto.

Los ingresos públicos

El Estado, para atender sus gastos y financiar sus actividades, necesita de una fuente de recursos financieros. Esos recursos son los ingresos públicos, y su grado de disponibilidad por parte del sector público determinará la cobertura de los servicios que demanda la colectividad.
Los ingresos públicos pueden ser originarios (derivados de la propiedad del Estado) o coactivos (derivados del poder coactivo que el Estado tiene sobre los particulares como consecuencia de su soberanía).
Los impuestos son el ejemplo más representativo de ingreso público coactivo. Su importancia es básica para el Gobierno, ya que son la principal fuente de ingresos de que dispone para la financiación de sus gastos. El impuesto se define como el tributo exigido, de forma coactiva, por parte del Estado, sin ninguna contraprestación, en función de un hecho imponible puesto de manifiesto por la capacidad económica del individuo-contribuyente. Los impuestos pueden ser directos o indirectos. Se denominan impuestos directos aquellos que gravan la renta de los agentes económicos (el impuesto sobre la renta de las personas físicas o el impuesto sobre sociedades) o impuestos indirectos son los que suponen un componente del precio o coste (por ejemplo, el impuesto sobre el valor añadido, IVA).

Presupuesto y déficit

Es impensable una economía en la que la producción total de bienes y servicios no tenga una participación pública. En general, los defensores de la economía de mercado reconocen ciertas deficiencias de la misma, que requieren la presencia del Estado como un agente económico más. Su margen de acción no solo se limita a la política económica.
Las situaciones de monopolio o competencia desleal, la producción de bienes y servicios no atendidos por la iniciativa privada, etc., aconsejan la intervención del Estado. Esta intervención, que en principio pretende eliminar tales deficiencias del sistema e introducir dosis sucesivas de estabilidad económica, puede, sin embargo, desembocar en una actuación desestabilizadora y perjudicial.
El presupuesto del Estado es la estimación formal de los ingresos y gastos, en términos financieros, para un período concreto de tiempo. El presupuesto es un indicador tanto para la política económica que pretende seguir el Gobierno, como para los objetivos que pretende alcanzar (reducción global del nivel de precios, fomento del consumo, reducción del paro laboral, etc.). El presupuesto estará equilibrado en la medida en que los ingresos corrientes del Estado coincidan con sus gastos corrientes. Si los ingresos exceden a los gastos, existe un superávit presupuestario, pero si los ingresos no son suficientes para financiar los gastos, existe un déficit.
En este caso, el Gobierno realiza unos gastos superiores a los ingresos, de tal modo que este gasto extra se financia con el déficit. La línea de los gastos públicos, considerados estables a corto plazo, y la de los ingresos, que crece a medida que lo hace la renta, nos indican el saldo del presupuesto estatal. En caso de saldo deficitario, se podría cubrir dicho déficit restringiendo el gasto en la cuantía necesaria o incrementando aún más los ingresos. Generalmente se trata de una política económica para fomentar el crecimiento.
El sector público puede financiar su déficit acudiendo al banco central -emisor de dinero– en solicitud de los fondos necesarios, puede endeudarse en el exterior obteniendo préstamos en divisas o, por último, puede acudir al sector privado emitiendo deuda pública.
El déficit creciente del sector público puede originar el fenómeno económico conocido como crowding-out (expulsión del sector privado) en el que la actividad económica privada va siendo sustituida por la pública. Esto se produce por la desviación de fondos que supone la financiación del déficit público, que deja al sector privado sin los recursos necesarios que su actividad precisa, perjudicando todo el sistema económico.
equilibrio presupuestario

La política económica

El Gobierno tiene en sus manos un conjunto de poderosos instrumentos y mecanismos para corregir los desequilibrios que se producen en los niveles de precios y renta de la economía: la política económica.
La política económica empleada por el Estado puede ser diferente, a tenor de los objetivos económicos perseguidos:
Política económica fiscal. Actuación del Estado por la vía de ingresos y gastos públicos, a fin de incidir en el sistema económico.

Política económica monetaria
. Actuación del Estado sobre el nivel de medios de pago existentes en el sistema reduciéndoles o incrementándoles.

Política económica de rentas y precios
. Actuación directa del Estado sobre las rentas de los agentes económicos (salarios, beneficios, etc.) con el fin de regular su evolución.

Sistemas económicos

Un sistema económico es el conjunto de instituciones y mecanismos que sirven para adoptar las decisiones referentes a la producción, inversión y consumo en una economía social.
Estas decisiones económicas relativas a qué producir, cómo y a qué agentes económicos se destinarán los bienes y servicios producidos, pueden llevarse a cabo a tres niveles:
– Mediante las costumbres arraigadas en una sociedad.
– A través del mercado.
– Mediante una autoridad u organismo planificador central.

Clasificación de los sistemas económicos

Los sistemas económicos se pueden agrupar en dos bloques claramente diferenciados, con la posibilidad de sistemas intermedios:
Sistemas capitalistas o de mercado. Son sistemas de libre empresa, con predominio de la propiedad privada y donde el conjunto de decisiones relativas a la actividad económica tiene lugar a un nivel descentralizado o de unidades económicas independientes. Estados Unidos y Suecia son dos ejemplos de sistemas capitalistas en materia de política económica.
Sistemas socialistas, colectivistas o planificados. Son sistemas en los que predomina la propiedad pública de los medios de producción y donde las decisiones en materia económica son tomadas por una autoridad central. La Rusia y China comunistas serían representativos de este modelo de política económica.
La mezcla de ambos sistemas da lugar a los sistemas económicos mixtos.

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