Paul A. Samuelson, el primer economista norteamericano laureado con el Premio Nobel
NUEVA YORK.- Paul A. Samuelson, el primer economista norteamericano laureado con el Premio Nobel y el más destacado académico en economía del siglo XX, murió ayer en su hogar de Belmont, Massachusetts, a los 94 años de edad.
Su muerte fue anunciada por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), que Samuelson contribuyó a erigir como una de los centros de estudios en economía más importantes del mundo. Samuelson recibió el Premio Nobel de 1970 como reconocimiento por haber transformado una disciplina que rumía los problemas económicos en una ciencia que los resuelve, al responder los interrogantes sobre las causas y los efectos con claridad y con rigor matemático.
Para los economistas, "a la hora de sentarse con un pedazo de papel a calcular o analizar algo, nadie ha sido más importante que Samuelson, pues fue quien proporcionó las herramientas que utilizan y las ideas que aplican todos", dijo Robert M. Solow, otro ganador del Nobel y colega de Samuelson en el MIT.
Samuelson supo atraer a una brillante lista de economistas para que dictaran clase o estudiaran en esa universidad, entre ellos Solow, así como varios otros futuros premios Nobel, como George A. Akerlof, Robert F. Engle III y Joseph E. Stiglitz.
Samuelson escribió uno de los textos universitarios más usados en la historia de la educación norteamericana. Su libro Economía, un análisis introductorio, publicado por primera vez en 1948, fue el manual de estudio más vendido del país durante 30 años. Traducido a 20 idiomas, sigue vendiendo más de 50.000 ejemplares al año, medio siglo después de su aparición.
"No me importa quién escriba las leyes de una nación o conciba sus tratados complejos si yo puedo escribir sus manuales de economía", afirmó alguna vez Samuelson. Su libro de texto enseñó a los estudiantes universitarios a pensar la economía. Su trabajo técnico -especialmente su tesis doctoral, que hizo temblar los cimientos de la economía y que con poca modestia tituló Los fundamentos del análisis económico- enseñó a los economistas profesionales el ejercicio de su oficio. Con esos dos libros, Samuelson redefinió la economía moderna.
Para varias generaciones de estudiantes, ese manual fue una introducción a las ideas revolucionarias de John Maynard Keynes, el economista británico que en la década de 1930 desarrolló la teoría de que la moderna economía de mercado podía caer en una depresión y que entonces podía necesitar, para reponerse, del impulso de una fuerte inversión pública y de reducciones impositivas. Ningún estudiante podía ya sentirse tranquilo con la panacea del siglo XIX, que dictaba que los mercados privados podían curar el desempleo sin necesidad de intervención estatal.
Esa lección fue reforzada en 2008, cuando la economía internacional se hundió en su caída más abrupta desde la Gran Depresión. Cuando la Depresión comenzó, los gobiernos insistieron o empeoraron las cosas, intentando equilibrar el presupuesto fiscal y alzando barreras al comercio. Pero 80 años después, y luego de haber absorbido las enseñanzas keynesianas de Samuelson y sus seguidores, la mayoría de los países industrializados implementaron medidas correctivas, elevaron el nivel de gasto público y recortaron los impuestos.
Samuelson explicó la economía keynesiana a los presidentes de Estados Unidos, líderes mundiales, miembros del Congreso y de la Reserva Federal, por no mencionar a los otros economistas. Era consultor del Tesoro de los Estados Unidos, de la Oficina de Presupuesto y del Consejo de Asesores Económicos de la presidencia.
Su alumno más influyente fue John F. Kennedy, cuya primera clase de economía de 40 minutos con Samuelson, después de la elección de 1960, tuvo lugar sobre una roca en la playa, en la propiedad familiar de Hyannis Port, Massachusetts. Antes de la clase, se realizó un almuerzo con políticos y con intelectuales de Cambridge en la cubierta de un velero, a mar abierto. "Yo me esperaba una comida fastuosa", comentó Samuelson. "Nos sirvieron salchichas y porotos."
Un intelectual en campaña
Como miembro del grupo de intelectuales de campaña de Kennedy, el profesor Samuelson estuvo a la cabeza del equipo económico del candidato y mantuvo con él varias sesiones privadas sobre economía.
Si bien el profesor Samuelson era la primera opción de Kennedy para ocupar la presidencia del Consejo de Asesores Económicos, el catedrático se rehusó, por principios, a ocupar cualquier cargo de gobierno, porque según él, no quería ponerse en situación de no poder decir o escribir lo que pensaba.
Después de las elecciones de 1960, le dijo al joven presidente electo que la nación se encaminaba a una recesión y que Kennedy debía impulsar una reducción de impuestos para paliarla. Kennedy quedó pasmado.
"¿Acabo de hacer campaña con una plataforma basada en la responsabilidad y el equilibrio fiscal, y usted me dice que lo primero que debo hacer al llegar al gobierno es reducir los impuestos?", recordaría más tarde Samuelson, al citar al entonces presidente.
En el aula, Samuelson era un docente fluido, vivaz y entretenido. Es famoso su comentario acerca de las teorías que él y otros habían desarrollado sobre las conexiones entre el desempeño de los mercados de capitales y la economía en general. Dijo: "Es efectivamente cierto que el mercado de valores puede predecir el ciclo de los negocios. El mercado de valores ha llamado a nueve de las cinco últimas recesiones".
Sus discursos y su pródiga escritura tienen una lucidez y una chispa poco frecuente en los técnicos de la academia. Siempre intentó dar a sus postulados económicos "una vuelta de tuerca al final", decía Samuelson, "como Mark Twain". Cuando las mujeres comenzaron a quejarse de la iniquidad salarial y profesional, por ejemplo, Samuelson salió en su defensa: "Las mujeres son hombres sin dinero".
Rigor matemático
El primero. Samuelson fue el primer economista norteamericano en ganar el Nobel, en 1970. Fue reconocido por transformar a la economía en una ciencia capaz de resolver problemas a través del rigor matemático.
Escritor. Su libro Economía..., publicado en 1948, fue el manual de estudio más vendido del país durante 30 años. Fue traducido a 20 idiomas y sigue vendiendo más de 50.000 ejemplares al año. Los fundamentos del análisis económico fue su otra obra más reconocida.
Profesor. Explicó la economía a presidentes de EE.UU., líderes mundiales y miembros de la Reserva Federal y el Congreso. Era asesor del Tesoro y su alumno más influyente fue John F.