INTRODUCCIÓN
El Perú viene desarrollando una agresiva política comercial basada en la economía de mercado y el libre comercio, donde las exportaciones representan un importante factor de dinamismo, para lo cual resulta necesario un esfuerzo conjunto del Estado y el sector privado que permita incrementar y diversificar nuestra oferta exportable y lograr una inserción competitiva en los mercados internacionales, tal como quedó reflejado en la política No. 22 del Acuerdo Nacionalsuscrito en julio de 2002.
Dicha política implica, en el ámbito externo, una activa agenda para la suscripción e implementación de acuerdos económicos y comerciales con los principales mercados del mundo, entre los cuales se encuentran los países de la región Asía Pacífico, con el fin principal de mejorar las condiciones de acceso para nuestras exportaciones de bienes y servicios, con seguridad jurídica, transparencia y previsibilidad para los agentes económicos.
Con relación a los países de Asia Pacífico, el Perú tiene en vigor acuerdos de libre comercio con EEUU, Canadá, México, Chile, China, Corea del Sur y Singapur. Asimismo, ha suscrito acuerdos con Tailandia y Japón, y se encuentra negociando el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP).
El éxito de las relaciones económicas internacionales contemporáneas depende, en gran medida, de la credibilidad de los instrumentos jurídicos internacionales que les dan sustento, no sólo porque éstos permitan el acceso a los mercados de bienes, servicios e inversiones, sino también porque esos instrumentos brindan seguridades para el productor, el comerciante y el inversionista.
Entre los principales beneficios de los acuerdos comerciales suscritos con los países del APEC, instrumentos bilaterales que han permitido fortalecer los lazos comerciales con dicha región, se pueden mencionar los siGarantizan el acceso preferencial permanente de las exportaciones peruanas a las economías más grande del mundo, como lo son los EEUU, China, Rusia, Japón y Corea del Sur,todos países miembros del APEC, lo que nos permite competir en iguales o mejores condiciones frente a nuestros competidores, todo ello mediante reglas claras para el comercio de bienes, servicios y para las inversiones.
- Posibilita el incremento y la diversificación de las exportaciones, eliminando distorsiones causadas por aranceles, cuotas de importación, subsidios y barreras no arancelarias.
- Atraen flujos de inversión, propiciando el desarrollo de economías de escala y un mayor grado de especialización económica.
- Contribuyen a mejorar calidad de vida de las personas a través del acceso del consumidor a productos más baratos y de mayor calidad; y promueven la expansión de la oferta de empleo y el incremento de los salarios en el sector exportador.
- Facilita el aumento de la productividad de las empresas peruanas, al contribuir a la adquisición de tecnologías modernas a menores precios.
- Protegen los productos sensibles con plazos largos de desgravación arancelaria.
1. ÁREA ASIA-PACÍFICO Y LATINOAMÉRICA
Resulta necesario efectuar algunas consideraciones acerca del significado y evolución de la región Asia-Pacífico:
i) Por más de treinta años, la región Asia-Pacífico ha mantenido altas tasas de crecimiento y se ha constituido en un polo de desarrollo en la economía mundial.
ii) La tasa promedio de crecimiento real del Este de Asia se mantuvo por encima del 5.4% en los años 80, el NAFTA en 2.6% y la UE en 3.2%.
iii) El Este de Asia ha mantenido en los años 90 tasas de crecimiento relativamente altas .
iv) En esa región hubo un aumento significativo en el comercio y la inversión extranjera directa (IED).
v) En los 80s la IED cambió, de las NIES a los países de la ASEAN, actualmente está cambiando de éstos últimos a China , Indochina y aún al sur de Asia.
Este crecimiento ha sido impulsado por la IED.Si lo anteriormente enunciado constituyen los atractivos del Asia Pacífico,
¿cuáles son los
atractivos que ofrece la región Latinoamericana (y países como el Perú)?
i) Un mercado interno potencialmente grande, con un ingreso personal relativamente alto, comparado con otras regiones del Tercer Mundo;
ii) Recursos naturales ricos y gran producción de alimentos; iii) Bases de producción con abundante fuerza laboral, para exportar a Norteamérica, Europa, Medio-Oriente y otros países vecinos de América Latina; iv) La recuperación económica de Latinoamérica y de sus esfuerzos por integrar mercados regionales encuentra correspondencia en la rápida expansión de la economía del área AsiaPacífico, que ha dado como resultado un aumento en la demanda de recursos naturales y de alimentos;
v) La transferencia de la bases de producción del Asia al exterior, con el fin de mantener la competitividad corporativa (lo que se conoce como la “relocalización industrial”), proceso que podría arribar a nuestros países .
2. APEC Y SU SIGNIFICADO PARA EL PERU
APEC fue creado en Canberra el 7 de noviembre de 1989, como una iniciativa de Australia, secundada por el Japón. En su primera cita Ministerial de Cancilleres y de Ministros Responsables de Asuntos Económicos asistieron Australia, Canadá, Japón, Corea, Nueva Zelanda, los Estados Unidos y los miembros de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN), que en ese momento estaba compuesta por 6 países: Brunei, Indonesia, Malasia, Filipinas, Singapur y Tailandia.
El Perú es miembro del APEC desde 1998, habiendo sido anfitrión de la cita APEC en 2008 cuando se realizaron en Lima y otras ciudades las reuniones de Altos Funcionarios, de Ministros y de Líderes Económicos.
En esta última se convino la
“Declaración de Lima de Líderes de APEC
sobre la Economía Global”, que estableció importantes lineamientos para enfrentar la crisis
financiera internacional y proseguir el crecimiento económico de la región.
La APEC, conforme Chan Sánchez, es “el más importante foro de la región Asia-Pacífico (…)
debido a la importancia y diversidad de sus miembros…(constituye) uno de los foros
comerciales internacionales de mayor relevancia (…) para promover el comercio, la inversión y
la cooperación económica de la región”.
La importancia que tiene para nuestro país ser miembro de APEC radica en que es un Foro de enorme importancia económica y debido a nuestra ubicación geográfica en la región Asia Pacífico, nos permite actuar en la región con una posición estratégica frente a los demás miembros latinoamericanos que no forman parte de él. Ser el único miembro de la Comunidad Andina que forma parte de APEC, permite a su vez que hagamos las veces de interlocutor para promover y desarrollar el intercambio comercial entre ambas regiones. En resumen, ¿Cuál es la importancia de ser miembro de APEC y, en concreto, cuál es la importancia para el Perú? En cuanto a la primera pregunta, la pertenencia a APEC resulta de singular importancia toda vez que agrupa a 21 economías de un círculo altamente dinámico (que engloba, el 49% del comercio mundial, el 56% del PBI, y el 41% de la población del planeta).
Es importante para el Perú toda vez:
i) su alta influencia como foro de cooperación económica,
ii) Dada nuestra ubicación en el hemisferio, al ser miembros de APEC, nos permite actuar como una “bisagra” que articula a la región Asia-Pacífico con los países de Latinoamérica que no forman parte de APEC.
iii) Ese mismo rol articulador enunciado en el acápite anterior se traslada a la Comunidad Andina (entre el resto de miembros de APEC y los miembros de la CAN).
iv) Su importancia como catalizador del incremento de nuestro comercio .
v) Como mecanismo para la promoción de inversiones.
vi) Por representar una “ventana de oportunidad” para la obtención de asistencia en los planos científico y tecnológico y,
vii) dada la interacción con esos espacios, oportunidad también para la obtención de un importante “experticio” para los equipos negociadores de nuestro país en distintos campos.
La participación del Perú en APEC es importante porque desde que ingresamos a dicho Foro, nuestro comercio con la región Asia Pacífico se ha incrementado significativamente, permitiendo que actualmente más del 50% de nuestras exportaciones e importaciones provengan o tengan como destino a las economías de APEC.
Al respecto, cabe señalar que las exportaciones peruanas a las economías del APEC tuvieron un incremento del 752% entre los años 2000-2011, pasando de un monto de US$ 1,322,051,922 en el año 2000 a US$ 11,257,349,564 en el 2011, según cifras correspondientes a Aduanas. Asimismo, los principales socios comerciales fueron, según el orden de importancia, EE.UU, China, Japón y Corea del Sur. 3.
EL TPP Y EL PERÚ
El Perú se encuentra actualmente negociando el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), que tiene por objetivo final el establecimiento de un Área de Libre Comercio del Asia Pacífico (FTAAP).
El TPP es el más ambicioso e integral proceso de negociación a nivel mundial en la actualidad, a través del cual se encuentran involucrados países de tres continentes (América, Asia y Oceanía). Actualmente participan en las negociaciones Australia, Brunei, Chile, Estados Unidos, Malasia, Nueva Zelandia, Perú, Singapur y Vietnam. Japón, México y Canadá han anunciado ya sus intenciones de sumarse pronto a este grupo. El TPP constituye una gran oportunidad para consolidar nuestra presencia en la región, ofreciéndonos un mercado de más de 500 millones de habitantes para el desarrollo de nuestra oferta exportable, especialmente en los sectores minero, petróleo y gas, agropecuario y textil, así como para introducir nuevos temas de interés no abordados en los acuerdos actuales que aporte al desarrollo económico sostenible y que contribuya a la generación de empleo en nuestro país.
El objetivo del TPP es alcanzar un acuerdo que contemple un mejor tratamiento a los temas de comercio e inversiones, incluyendo la promoción del desarrollo de cadenas productivas, la incorporación de compromisos que promuevan el desarrollo, la inclusión de nuevos tratamientos para promover los servicios y las pequeñas y medianas empresas como fuentes de empleo, competitividad, temas laborales, etc.
De otro lado, la participación del Perú en el TPP permitirá ampliar nuestra red de acuerdos comerciales con Australia, Nueva Zelanda, Malasia, Brunei y Vietnam y se podría mejorar el tratamiento existente con Estados Unidos, Chile y Singapur en ciertos temas que sean de interés para nuestro país.
Cabe señalar que el área del TPP concentra más del 21% del total exportado por Perú durante el año 2010, equivalente a 7,628 millones de dólares, creciendo un 33% con respecto al 2009.
En cuanto a las importaciones del año 2010, éstas representaron el 24%, es decir, 7,249 millones de dólares.
Los capítulos en negociación del TPP son:
- Acceso a Mercados de Bienes,
- Reglas de Origen,
- Procedimientos Aduaneros,
- Medidas Sanitarias y Fitosanitarias,
- Obstáculos Técnicos al Comercio,
- Compras Públicas,
- Propiedad Intelectual,
- Defensa Comercial,
- Políticas de Competencia,
- Comercio Transfronterizo de Servicios,
- Servicios Financieros,
- Entrada Temporal de Personas de Negocios,
- Telecomunicaciones,
- Comercio Electrónico,
- Inversiones,
- Medio Ambiente,
- Laboral,
- Cooperación,
- Asuntos Institucionales y Solución de Controversias,
- Asuntos Horizontales (Desarrollo,
- Competitividad,
- Coherencia Regulatoria y PYMES).
El TPP es visto por los Estados Unidos “como un potencial bloque que a futuro se convertirá como el área de libre comercio más extensa del Asia-Pacífico” , razón por la cual la participación norteamericana obedecería, según el Ministro de Comercio de Nueva Zelanda Tim Groser, a su interés de estar presente en el “juego de integración” en dicha región.
En resumen, el Perú negocia el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), ambicioso proyecto orientado a constituir un Área de Libre Comercio del Asia Pacífico (FTAAP) que involucra a países de tres continentes (América, Asia y Oceanía).
Dicha iniciativa constituye otra ventana de oportunidad para consolidar nuestra oferta exportable en un mercado de más de 500 millones de habitantes (minería, petróleo y gas, sectores agropecuario y textil). Como se ha dicho ya, la participación del Perú en el TPP permitirá ampliar nuestra red de acuerdos comerciales (p.ej. con Australia, Nueva Zelanda, Malasia, Brunei y Vietnam) y mejorar las vinculaciones con países tales como Estados Unidos, Chile y Singapur.
4. ¿CÓMO FORTALECER LOS LAZOS COMERCIALES CON EL ASIA PACIFICO?
En el contexto de un sistema internacional signado por las asimetrías, cuya posible partida (para llegar a un escenario de plena multipolaridad bajo la impronta del libre comercio) no se vislumbra muy cercana, Estados latinoamericanos como el Perú deberían acometer, en el plano comercial, algunas acciones, considerando las bondades del “regionalismo abierto” y el fomento a la competitividad local.
Esas recetas, postulamos nosotros desde estas páginas, deberían ser las llamadas a gobernar y fortalecer nuestras vinculaciones con el Asia-Pacífico:
a. Bondades del Regionalismo Abierto en la Globalización
Los países latinoamericanos deberían observar con profunda atención los beneficios de una política de regionalismo abierto, que permita desarrollar las complementariedades entre los países miembros de una subregión para que, sobre esas bases, puedan lograrse aún más provechosos relacionamientos con otros países, con otras regiones y con otros bloques del mundo (léase, el Asia-Pacífico).
Para examinar las mejores condiciones de una inserción internacional en la primeras décadas del siglo XXI, es importante constatar, que el proceso de globalización comprende:
i) Una tendencia general a disminuir los aranceles para el intercambio de bienes y servicios y a facilitar los flujos de capitales;
ii) Un alto grado de dependencia de todos los países del mundo en relación con los recursos de otros países y regiones.
Ello se ve acompañado de un proceso de relocalización productiva, financiera y del conocimiento aplicado, dependiendo de la capacidad competitiva de los diversos países y regiones, lo que plantea desafíos adicionales para participar en un proceso de globalización que tiende a excluir rápidamente a los rezagados. Sin embargo, y por paradójico que parezca, la tendencia contemporánea muestra, a la par, la creación y ampliación de bloques económicos y políticos, no sólo en el mundo desarrollado sino también en el mundo en desarrollo.
Encontramos, además, la asociación conjunta de países en desarrollo y países desarrollados en grandes consensos regionales e interregionales de cooperación.
Tal tendencia puede observarse en el Asia Pacífico (objeto de nuestro estudio), Europa, las Américas, y sur del continente africano, entre otros.
Así, en contra de lo que hubiera podido pensarse en los años noventa, la globalización creciente no parece implicar la desaparición sino, por el contrario, el refuerzo de la necesidad de mejores y más amplias unidades regionales y subregionales, al mismo tiempo que se da una creciente apertura al mundo y se estructuran relaciones de geometría variable con otras regiones.
Para los países en desarrollo, como lo son todos los de la América Latina, entre ellos, el Perú, el principal problema es garantizar el desarrollo mismo, mediante programas y proyectos que, en un contexto de regionalismo abierto, deben incorporar, entre otras, las siguientes características:
i) capacidad de atracción de capitales y tecnología,
ii) mayores flujos de comercio,
iii) capacidad productiva endógena, y
iv) capacitación de recursos humanos.
En el caso de los países menos desarrollados o aquellos de desarrollo intermedio, el imperativo es lograr un desarrollo con inclusión social, indispensable para asegurar una gobernabilidad democrática y la generación de consensos políticos de largo plazo que den continuidad a los procesos de desarrollo.
El regionalismo abierto entonces es una excelente ventana de oportunidad para optimizar nuestros recursos humanos y materiales, y ampliar nuestra capacidad productiva, ampliando mercados para nuestras manufacturas, permitiendo la creación de pequeñas y medianas empresas, vinculando al sector productivo a sectores más amplios de la población, y preparándonos para competir mejor en los grandes escenarios del mundo (como en el de nuestras vinculaciones con los países del Asia-Pacífico).
b. Fomento a la Competitividad
La estabilidad macroeconómica resulta insuficiente si no se propician estrategias destinadas a crear una competitividad "auténtica", es decir, duradera: al contrario de las ventajas competitivas estáticas del pasado. Una competitividad estructural sólo puede basarse en el progreso tecnológico y en vastas reformas institucionales.
El objetivo no es tanto copiar "modelos exitosos" del Norte en el sentido de una teoría cruda de la modernización, sino hacer que procesos globales de búsqueda y aprendizaje pudieran aplicarse fructíferamente también en América Latina, o en países como el nuestro.
En el mercado internacional compiten economías donde la empresa constituye un elemento que, siendo crucial, está integrado a una red de vinculaciones con el sistema educativo, la infraestructura tecnológica, energética y de transportes, las relaciones entre empleados y empleadores, el aparato institucional público y privado y el sistema financiero: es decir, está integrado a todo un sistema socioeconómico.
Los acelerados cambios tecnológicos exigen políticas macroeconómicas y sectoriales y la creación de sistemas nacionales de innovación.
Esto presupone la existencia de una estabilidad macroeconómica, pero exige además realizar alianzas estratégicas entre el Estado, las empresas y una densa red de instituciones públicas y privadas tecnológicas, de capacitación y perfeccionamiento profesional, de investigación y ambientales, que coadyuven a la creación de ventajas competitivas específicas.
Así, la auténtica competitividad sólo podrá surgir del accionar conjunto de empresas con una orientación tecnológica, ventajas competitivas institucionales de regiones y países y la capacidad de cooperación entre protagonistas privados y públicos.
Es importante subrayar que las naciones no solamente deberían considerarse a merced del capital vagabundo internacional en la economía global, sino que, por el contrario, pueden y deben desarrollar y mejorar las condiciones para la creación de empresas.
Mano de obra cualificada, parques de investigación y estabilidad política, son para ello factores más importantes que bajos sueldos y zonas libres de sindicatos.
Ese es un importante reto que afrontar, para lograr una más ventajosa interacción con el Asia Pacífico en los planos económico y comercial.
c. Encontrar “nichos de mercados” en el Mundo, donde pueda vender y ser competitivo
El comercio mundial, máxime en la era de la globalización, ofrece importantes oportunidades de crecimiento y desarrollo, si es que existe una agenda institucional y económica interna ordenada, si se practica una apertura responsable, y si se está en capacidades de articularse competitivamente a esa dinámica. Con el libre comercio, economías pequeñas pero competitivas pueden obtener grandes réditos, particularmente en su agricultura e industria.
El comercio exterior ofrece la oportunidad a economías pequeñas.
Un mercado pequeño con un bajo poder de compra, es un mercado restringido para el resto del mundo, mientras que para un país latinoamericano pequeño o mediano, con sólo penetrar una fracción de un mercado grande (p.ej., la China, el Japón, Corea del Sur o los Estados Unidos), con productos en los que tenemos ventajas, permitiría jugosos incrementos en los PBI locales.
El libre comercio, bajo una modalidad de regionalismos abiertos, representará más exportaciones, más empresas exportadoras (mayormente pequeñas), más empleos mejor pagados y mayor diversificación de la oferta exportable. Sin embargo, ello no conlleva beneficios automáticos.
Por ello, es necesario adecuar tanto la institucionalidad pública como la privada a los desafíos de una economía abierta y global.
Los sectores público y privado tienen que continuar haciendo su tarea para superar los problemas estructurales del país y elevar la competitividad de las empresas con el fin de maximizar los beneficios potenciales del libre comercio.
Debido a la creciente globalización económica, la participación de las exportaciones con respecto al PBI mundial ha crecido significativamente.
El crecimiento del sector exportador mejora la balanza de pagos y los indicadores de vulnerabilidad externa, lo cual tiene un impacto significativo en la disminución del riesgo-país y la atracción de inversión.
En consecuencia, siendo más competitivos en mercados cada vez más globalizados se logrará generar empleo a niveles de calidad y cantidad necesarios para elevar de manera permanente el bienestar de la población Asimismo, a través de la introducción a un mayor desarrollo tecnológico se logra un impacto positivo sobre el empleo, tanto en su cantidad como en su calidad, como consecuencia de la acumulación de conocimiento y capital humano.
Por otro lado, permite a los consumidores tener acceso a una mayor variedad y calidad de productos, a más bajo precio.
El incremento del intercambio comercial con el exterior genera una mejora de la calidad de vida de la población.
CONCLUSIONES
1. El éxito de las relaciones económicas internacionales depende, en gran medida, de la credibilidad de los instrumentos jurídicos internacionales que les dan sustento, no sólo porqueéstos permitan el acceso a los mercados de bienes, servicios e inversiones, sino también porque esos instrumentos brindan seguridades para el productor, el comerciante y el inversionista.
2. El Perú ha venido desarrollando en los últimos años una agresiva política comercial en donde se destaca una activa agenda para la suscripción e implementación de acuerdos económicos y comerciales con los principales socios comerciales entre los cuales se encuentran los países de la región Asía Pacífico.
3. APEC y TPP constituyen plataformas que permitirán fortalecer e incrementar los lazos comerciales con los países del Asia-Pacífico.
4. Al respecto, APEC constituye un importante foro para el incremento de nuestra interacción comercial y financiera con el Asia Pacífico, área que alberga a varias de las economías más importantes del mundo.
5. Nuestra pertenencia al APEC nos permite, además, conocer de primera mano los avances logrados en materia de ciencia e innovación tecnológica, interesante ventana que favorece la identificación de áreas de potencial cooperación económica y técnica para el desarrollo de nuestro país.
6. Por su parte, el TPP constituye otra gran ventana de oportunidad para que nuestra oferta exportable alcance un mercado de más de 500 millones de habitantes, introduciendo temas de interés no abordados en los acuerdos actuales.
7. La participación del Perú en el TPP permitirá, además, ampliar nuestra red de acuerdos comerciales con Australia, Nueva Zelanda, Malasia, Brunei y Vietnam.
*Hugo E. Contreras Morales es Abogado, Licenciado en Relaciones Internacionales y Diplomático de carrera. Es Master en Relaciones Internacionales y Diplomacia con Mención en Derecho de los Tratados en la Academia Diplomática del Perú y candidato al Master en Relaciones Internacionales e Integración en la Universidad Mayor de San Andrés (Bolivia). Ostenta también el Diplomado en Seguridad y Defensa Nacional por el Ministerio de Defensa y el Diplomado en Promoción Comercial y Económica en la Academia Diplomática del Perú. Fue co-autor del Plan Nacional de Prevención y Control de Drogas 1994-2000.
Actualmente es Jefe de la Oficina de Prensa del Ministerio de Relaciones Exteriores.