Estado de bienestar
Te contamos en qué consiste este sistema de organización de los estados basado en la redistribución de la riqueza entre todos los ciudadanos.
¿Qué es?
El estado del bienestar, también llamado estado benefactor, estado providencia o sociedad del bienestar es un concepto político-económico con el que se designa a un modelo de estado y de organización social en el que el Estado cubre los derechos sociales de todos los ciudadanos del país.
El estado del bienestar consiste en un conjunto de acciones llevadas a cabo por parte del gobierno para conseguir una mayor redistribución de los recursos y mejorar el bienestar general de la población. Se produce, por tanto, una intervención del estado en la economía y la sociedad para combatir la desigualdad en estos ámbitos y repartir los beneficios de forma más equitativa entre la población.
Para ello, el Estado debe asumir la responsabilidad de la prestación de servicios tales como la educación o la sanidad y ofrecerlos de forma no discriminatoria y sin costes para los ciudadanos. La cultura, las prestaciones por jubilación, desempleo, orfandad o invalidez o los servicios sociales son otros de los pilares de los estados del bienestar.
Origen y evolución
El término "estado del bienestar" procede de la expresión inglesa Welfare State, concepto con el mismo significado y del que es una traducción literal. Se acuñó en torno a 1945, con el final de la Segunda Guerra Mundial, aunque antes ya se habían utilizado otros términos para hacer referencia a la misma idea.
Esta propuesta de sistema organizativo del estado nace muy ligado a las reivindicaciones por las mejoras laborales y al desarrollo de los partidos democráticos. Tras la Segunda Guerra Mundial, caracterizada por el enfrentamiento entre sistemas totalmente opuestos, se trató de buscar una opción intermedia entre el liberalismo más radical de no intervención y el comunismo de total control por parte del estado.
Prestaciones
Los gastos se cubren con los Presupuestos Generales del Estado. Con estas políticas de redistribución de la renta se busca proteger a los trabajadores de los cambios en los mercados y a los ciudadanos en general de las diferencias sociales.Con las prestaciones se busca que las personas con una desventaja económica o social dispongan de unos ingresos mínimos para evitar que caigan en la marginalidad.
Los estados del bienestar han ido evolucionando con el progreso de los países de forma que se han extendido más allá de los elementos básicos anteriormente mencionados. Surgen, de esta forma, otras medidas más avanzadas como ayudas a la vivienda, a la juventud, para la conciliación laboral y familiar, subvenciones para las actividades económicas....
El principal método del que disponen los gobiernos para redistribuir la riqueza necesaria para alcanzar el Estado del Bienestar es la recaudación de impuestos y tasas. De esta manera, el Estado necesita intervenir en la economía, retirando fondos de algunos ámbitos para destinarlos a otras partidas.
El gasto del gobierno para mantener el estado del bienestar puede dirigirse a tres grupos principales. Por un lado, las prestaciones contributivas se orientan a aquellas personas que han contribuido previamente a la sociedad a través de sus cotizaciones. Por otro lado, las prestaciones universales se dirigen a toda la población y para concederse necesitan solamente el requerimiento por parte de estas. Por último, estarían las prestaciones compensatorias, designadas a ayudar a aquellos colectivos sin o con escasos recursos.
Las críticas que recibe este sistema, especialmente por parte de los sectores más liberales, argumentan que el estado está sustrayendo recursos a los ciudadanos que producen para mantener a los que no crean riqueza. Consideran que no se trata de justicia social sino de una especie de robo.
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