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viernes, 14 de agosto de 2015

La innovación como proceso de interacción social

La innovación como proceso de interacción social
El experto en economía de la innovación, Bengt-Åke Lundvall, brindó en el INTI la conferencia “Sistemas Nacionales de Innovación en la economía del aprendizaje”, donde destacó que la innovación es el resultado de un aprendizaje colectivo.

El pasado 10 de junio, el INTI contó con la presencia del profesor Bengt-Åke Lundvall, quien dictó una conferencia sobre “Sistemas Nacionales de Innovación en la economía del aprendizaje”. Esta conferencia fue promovida por el Polo Tecnológico Constituyentes, gracias a la iniciativa del Centro de Economía de la Innovación y el Desarrollo (CEID) de la Escuela de Economía y Negocios de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM).

El profesor Lundvall es ampliamente reconocido en el campo de la economía de la innovación por ser uno de los principales autores en estudiar el cambio tecnológico como resultado de un sistema dinámico de interacciones.
Bajo el concepto de Sistema Nacional de Innovación (SNI) incluye actores y relaciones que interactúan en la producción, difusión y uso de nuevos conocimientos económicamente útiles, situados dentro de los límites del Estado nacional, aunque influidos por variables externas. Los SIN constituyen así un modelo dinámico, en el que tienen lugar procesos de retroalimentación y reproducción que generan innovaciones, donde el Estado, a través de sus instituciones y políticas, tiene un rol activo. En su presentación realizó un recuento de la historia de este concepto, destacando el lugar de Christopher Freeman en su origen y algunos trabajos que durante los ´80 fueron construyendo, desde la economía, una teoría de la innovación a partir de las interacciones entre agentes. Esta teoría superaba así las nociones que atribuían la innovación a factores impulsados “por la oferta” o bien “por la demanda”. De otro modo, se entiende que el proceso de innovación se genera a través del aprendizaje interactivo y los emprendimientos colectivos.
El profesor Lundvall, experto en economía de la innovación, en el auditorio del INTI.
El profesor Lundvall, experto en economía de la innovación, en el auditorio del INTI.

Lundvall Vitae 

Bengt-Åke Lundvall es profesor de economía en el Departamento de Estudios Económicos de la Universidad Aalborg, Dinamarca. Su investigación se concentra en la intersección entre políticas públicas, Sistemas Nacionales de Innovación y economías del aprendizaje. Entre sus diversas funciones fue Director del Departamento de Ciencia, Tecnología e Industria de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y miembro del Consejo de Investigación en Ciencias Sociales de Dinamarca. Ha sido miembro del Consejo de Desarrollo de las Ciencias Sociales de Dinamarca; y desempeñó funciones como asesor en diversos organismos internacionales. Es editor asociado de las publicaciones Revista de Economía Industrial, Políticas de Desarrollo, Innovación y Revista de Cambio Industrial Corporativo. Forma parte del Cuerpo de Asesores Científicos (CRIC) de la Universidad de Manchester y de la Organización Francesa de Inteligencia Económica. Durante 2009 ha sido nombrado “Embajador” del Año Europeo de Innovación y Creatividad.

Conocimiento vs. Aprendizaje 


El profesor Lundvall planteó una distinción entre dos modos de aprendizaje. Por un lado, lo que denomina Science-Technology-Innovation –Ciencia-Tecnología-Innovación– (STI por sus siglas en inglés), caracterizado por un enfoque científico y por la formalización, explicitación y codificación del conocimiento. Destacó que las políticas de ciencia y tecnología en el mundo central –y por imitación también en la mayoría de los países periféricos– se ha basado en esta concepción esencialmente lineal de la innovación, que supone un derrame automático a partir de la generación de conocimiento científico. Como destacó Lundvall, el predominio de este enfoque se explica por varios factores, entre ellos, porque resulta fácil de medir y manipular (utilizando indicadores como cantidad de recursos humanos dedicados a investigación, publicaciones científicas, patentes, inversiones en CyT, etc.) y porque también se trata de políticas que pueden diseñarse con un bajo nivel de controversia, al menos, por parte de la comunidad científica.

El segundo modo de aprendizaje que distingue Lundvall es el llamado Learning by Doing, Using and Interacting –Aprendizaje por Acción, Uso e Interacción– (DUI por sus siglas en inglés) y se refiere a un conocimiento que surge de la experiencia, que es implícito y que está inserto en otros elementos. De esta forma, valoriza no sólo el conocimiento codificado y la innovación que se produce a partir de la investigación científica, sino el conocimiento tácito y las actividades de producción, distribución y consumo rutinarios que generan importantes insumos para el proceso de innovación. Como señaló Lundvall, “la experiencia diaria de trabajadores, ingenieros de producción y representantes de venta influye en la agenda, determinando la dirección de los esfuerzos innovativos y producen conocimiento y visiones que conforman los insumos cruciales del proceso de innovación”. En este sentido, propone una serie de nuevos indicadores a considerar, en principio, en el análisis de empresas: prácticas como grupos de trabajo interdisciplinarios, círculos de calidad, sistemas de recolección de propuestas de los empleados, grupos autónomos e integración de funciones; relación cercana con los usuarios; y límites difusos entre grupos de trabajo.

En sus últimos trabajos Lundvall ha desarrollado el concepto de “economía del aprendizaje” como alternativa al concepto de “economía del conocimiento”, ampliamente difundido. En consecuencia, desde la economía del aprendizaje se amplía la visión sobre los Sistemas Nacionales de Innovación y se destaca el rol de los mismos como espacios de aprendizaje colectivos. Según el autor, este enfoque caracteriza una nueva etapa e indica que el éxito de individuos, empresas, regiones y economías nacionales reflejan, no tanto el conocimiento que “poseen” sino su capacidad constante de aprender a partir de la interacción. Esta idea se completa con una visión particular acerca del conocimiento, al cual considera un recurso único,“que crece mientras se usa y se comparte con los demás”. Criticando la visión más tradicional de la economía, entiende que el conocimiento es el resultado de un proceso de interacción social y no puramente un resultado de la economía de mercado.

Sin duda esta propuesta resulta altamente alentadora para los países en desarrollo, en tanto reclama un “Trato Nuevo” (“New Deal”) a nivel global, que implique hallar formas de compartir mundialmente el conocimiento, de tal modo que tanto los países ricos como los países pobres puedan beneficiarse.

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