"La Sociedad Poscapitalista", de Peter Drucker* , 1992
Edición Editorial Sudamericana, 1993, 1999.
Contenido Introducción
Primera Parte SOCIEDAD
1 DESDE EL CAPITALISMO A LA SOCIEDAD DEL SABERSegunda Parte ORGANIZACION POLITICA
2 LA SOCIEDAD DE LAS ORGANIZACIONES
3 MANO DE OBRA, CAPITAL Y SU FUTURO
4 LA PRODUCTIVIDAD DE LAS NUEVAS FUERZAS DE TRABAJO
5 LA ORGANIZACION BASADA EN LA RESPONSABILIDAD
6 DEL ESTADO-NACION AL MEGAESTADOTercera Parte EL SABER
7 TRASNACIONALISMO, REGIONALISMO, TRIBALISMO
8 EL NECESARIO CAMBIO DE RUMBO DEL GOBIERNO
9 A LA CIUDADANIA POR EL SECTOR SOCIAL
10 EL SABER: SU ECONOMIA, SU PRODUCTIVIDAD
11 LA ESCUELA RESPONSABLE
INTRODUCCION
En lugar del capitalista de la vieja escuela, en los países desarrollados son los fondos de pensiones los que, de forma creciente, controlan la provisión y asignación del dinero. En Estados Unidos, en 1992, estos fondos reunían la mitad del capital en acciones de las empresas de mayor tamaño del país y controlaban casi el mismo porcentaje de la deuda fija de esas mismas empresas. Los propietarios beneficiarios de los fondos de pensiones son, por supuesto, los empleados del país. Si el socialismo se define, como lo hizo Marx, como la propiedad de los medios de producción por parte de los trabajadores, entoces Estados Unidos se ha convertido en el país más "socialista" que existe, al tiempo que sigue siendo también el más "capitalista".
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…. En lugar de capitalistas y proletarios, las clases de la sociedad poscapitalista son los trabajadores del saber y los trabajadores de los servicios. [Pags. 14-15]
El colapso del marxismo y el comunismo puso fin a doscientos cincuenta años dominados por una religión secular que yo he llamado la fe en la salvación por la sociedad. El primer profeta de esta religión secular fue Jean-Jacques Rousseau (1712-1778) y la utopía marxista fue su destilación final y su apoteosis. Sin embargo, las mismas fuerzas que destruyeron el marxismo como ideología y el comunismo como sistema social son las que están llevando al capitalismo a la obsolescencia.
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El recurso económico básico, "el medio de producción", para utilizar el término de los economistas, ya no es el capital ni los recursos naturales (el "suelo" de los economistas) ni la mano de obra. Es y será el saber.
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…. Prácticamente toda esa gente del saber estará empleada en organizaciones; … ellos son dueños tanto de los "medios de producción" como de los "útiles de producción"; de los primeros através de sus fondos de pensiones,… ; de los segundos, porque los trabajadores del saber poseen su saber y pueden llevárselo con ellos adonde quiera que vayan. Por lo tanto, el desafío económico de la sociedad poscapitalista será la productividad del trabajo del saber y del trabajador del saber. No obstante, el reto social en la sociedad capitalista será la dignidad de la segunda clase de esa sociedad: los trabajadores de los servicios. Estos, por regla generel, carecen de la educación necesaria para ser trabajadores del saber y en cualquier país, inclusive el más avanzado, constituirán una mayoría. [Pags 16-17]
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… No hay precedente alguno para la casi universal comprensión de que el terrorismo no es una cuestión de "política" que deba dejarse a cada gobierno nacional, sino que exige una acción no nacional sino trasnacional.
Existe el amplio convencimiento, especialmente entre los liberales de Estados Unidos, de que la guerra contra Irak se hizo para proteger el suministro de petróleo a Occidente; nada puede estar mas lejos de la verdad. El control por Irak de los pozos de petróleo de Kuwait -y de los de Arabia Saudí, además- hubiera sido de muchísimo interés desde el punto de vista económico para Occidente. Hubiera significado petróleo mucho más barato ya que mientras Kuwait y Arabia Saudí casi no tienen población nativa y, por lo tanto tampoco tienen una necesidad urgente de los ingresos derivados del petróleo, Irak está superpoblado y, si exceptuamos el petróleo, carece casi por completo de recursos naturales. En consecuencia necesita vender todo el petróleo que pueda, mientras que Kuwait y Arabia Saudí están principalmente interesados en mantener altos los precios, lo cual significa mantener baja la producción. Esto explica el fuerte apoyo prestado a Saddam Hussein por Estados Unidos antes de la guerra Irak-Irán y es la razón por la cual continuó apoyándolo hasta el momento mismo en que Saddam atacó Kuwait en un acto abierto de terrorismo, y explica también, me parece, por qué Saddam erró en sus cálculos; debía de estar convencido de que Estados Unidos permitiría que su flagrante agresión quedara impune para asegurarse así el bajo precio del petróleo. Todas las personas que conozco en importantes empresas petrolíferas estaban seguras, cuando Irak invadió Kuwait, de que el gobierno de Estados Unidos no haría más que unos cuantos gestos de desaprobación". [Pags. 18-19]
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Los países desarrollados también se juegan mucho en el Tercer Mundo; a menos que haya allí un rápido desarrollo, tanto económico como social, los países desarrollados se verán inundados por una riada humana de inmigrantes del Tercer Mundo, y no tendrán en modo alguna capacidad económica, social o cultural para absorberlos. No obstante, las fuerzas que están creando la sociedad y la forma de gobierno poscapitalistas se originan en el mundo desarrollado; son producto y resultado de su desarrollo, ... [Pag. 25]
... un gerente era definido como "alguien que es responsable del trabajo de unos subordinados". Un gerente, en otras palabras, era un "jefe" y gestión era jerarquía y poder; esta es probablemente la definición que mucha gente tiene en mente cuando se habla de gerentes y gestión.
Sin embargo, a principios de los 50 ya la definición había cambiado a "un gerente es responsable del rendimiento de la gente". Ahora sabemos que esta definición también es una definición demasiado estrecha. La definición justa es "un gerente es responsable de la aplicación y rendimiento del saber". [Pags. 60-61]
La función social de la organización
La función de la organización es hacer que los saberes sean productivos; las organizaciones se han convertido en esenciales para la sociedad en todos los países desarrollados debido al paso del saber a los saberes. [Pag. 68]
Como he dicho antes, la mayoría de la gente -y casi todo el mundo fuera de los Estados Unidos- sigue entendiendo "empresa" cuando oye "gestión" y todavía no se da cuenta de que gestión es una función genérica que pertenece a todas las organizaciones por igual. [Pag. 71]
El prototipo de la organización moderna es la orquesta sinfónica; cada uno de los doscientos cincuenta músicos de la orquesta es un especialista y de calidad superior. … La orquesta funciona porque sus doscientos cincuenta músicos tienen la misma partitura, todos subordinan su especialidad a la tarea común y todos tocan sólo una pieza de música en un momento dado. …Pero todas las organizaciones existen para producir resultados externos.. [Pag. 73]
Esto exige [que ninguno por sí mismo produzca resultados], pues, como ineludible requisito previo para el rendimiento de una organización, que la tarea y la misión de ésta sean claros como el agua. Es necesario definir los resultados claramente y sin ambigûedad y, si es posible, de forma que puedan medirse.
Esto exige asimismo que una organización se evalúe y enjuicie a sí misma y sus resultados respecto de objetivos y metas claras, conocidas e impersonales. Ni sociedad ni comunidad ni familia tienen que hacer esto ni podrían hacerlo; la supervivencia, y no los resultados, es su prueba. [Pags. 74-75]
La organización como desestabilizador
Sociedad, comunidad y familia son, todas, instituciones conservadoras; procuran mantener la estabilidad e impedir o, por lo menos, frenar el cambio. Sin embargo la organización de la poscapitalista sociedad de organizaciones es un desestabilizador. Dado que su función es hacer trabajar al saber, aplicándolo a herramientas, a procesos y productos, a trabajos, al saber mismo, debe estar organizada para el cambio constante; debe estar organizada para la innovación; y la innovación, como dijo el economista austro-húngaro Joseph Schumpeter (1883-1950), es "destrucción creativa". Debe organizarse para un abandono sistemático de lo establecido, lo acostumbrado, lo familiar, lo cómodo, sea productos, servicios y procesos, relaciones humanas y sociales, destrezas o las organizaciones mismas. Por naturaleza el saber cambia rápido y lo que hoy es una cosa cierta mañana se habrá convertido en algo absurdo. [Pag. 77]
En la sociedad poscapitalista vale más asumir que cualquiera que sepa algo tendrá que adquirir nuevo saber cada cuatro o cinco años o, de lo contrario, quedará desfasado.
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La innovación social es tan importante como las ciencias o tecnologías nuevas para crear nuevo saber y hacer que los anteriores queden desfasados; de hecho, la innovación social es a menudo más importante; lo que disparó la actual crisis mundial de la más orgullosa de las instituciones del siglo XIX, el banco comercial, no fue el ordenador ni ningún otro cambio tecnológico; fue la constatación de que un viejo, pero hasta entonces bastante desconocido, instrumento financiero, el efecto comercial, podía ser utilizado por instituciones no bancarias para financiar empresas. Esto privó rápidamente a los bancos del negocio sobre el que habían tenido el monopolio durante doscientos años y que les proporcionaba la mayor parte de sus ingresos: el préstamo comercial. Muy probablemente el cambio mayor ha sido que en los últimos cuarenta años la innovación con un fin determinado, tanto técnica como social, se ha convertido en una disciplina organizada que puede enseñarse y aprenderse.
Por otro lado, los cambios basados en el saber no se limitan a las empresas, como aún sigue creyendo mucha gente. Son absolutamente necesarios si el sindicato, otra de las "historias de éxito" de la sociedad capitalista, ha de sobrevivir. …. Una implicación de todo esto es que cualquier organización hoy tiene que incorporar a su misma estructura la gestión de1 cambio.Tiene que integrar el abandono organizado de cualquier cosa que haga; tiene que aprender a preguntarse, cada tantos años, y respecto de cada proceso, cada producto, cada procedimiento, cada política: "Si no estuviéramos haciendo esto ya, ¿empezaríamos a hacerlo ahora, sabiendo lo que ahora sabemos?".
…Pero la creación de lo nuevo tiene también que integrarse en la organización; de forma especfíica toda organización tiene que incorporar a su propio tejido tres prácticas sistemáticas: primero necesita mejorar continuamente todo lo que hace, proceso que los japoneses llaman Kaizen… [Pag. 78-79]
En segundo lugar toda organización tendrá que aprender a explotar, esto es a desarrollar nuevas aplicaciones a partir de sus propios éxitos.
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Finalmente, toda organización tendrá que aprender a innovar, y la innovación puede organizarse como proceso sistemático y debería organizarse como tal.
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Otra implicación es que la sociedad poscapitalista debe ser descentralizada; sus organizaciones deben ser capaces de tomar decisiones rápidas, basarse en la proximidad al funcionamiento, proximidad al mercado, proximidad a la tecnología, proximidad a los cambios en la sociedad, el ambiente, la demografía, el saber, que deben ser vistos y utilizados como oportunidades para la innovación. [Pag. 80]
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Igualmente, para que una escuela o universidad desempeñe su función tenemos que ser capaces de cerrarla -sin importar lo profundas que sean sus raíces en la comunidad y lo querida que sea par ella- si cambios en demografía, tecnología o saber hacen que un tamaño diferente o una distinta filosofía sean factores esenciales para un buen funcionamiento. Cada uno de estos cambios trastorna a la comunidad, la perturba, la priva de continuidad; cada uno de ellos es "injusto", cada uno desestabiliza. [Pag. 81]
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La naturaleza de su cometido determina la cultura de una organización más que la comunidad en la que ese cometido se realiza. El sistema de valores de cada organización está determinado por su cometido; todo hospital en el mundo, toda escuela en el mundo, toda empresa en el mundo, tiene que creer que lo que está haciendo es una contribución esencial a su comunidad y a su sociedad; la contribución de la que, en úlltimo término, dependen todos los demás miembros de la comunidad. Para reatizar su cometido tiene que estar organizada y gestionada de la misma forma. De este modo, en su cultura la organización trasciende siempre la comunidad; si la cultura de una organización choca con los valores de su comunidad, la cultura de la organización prevalecerá, de lo contrario esa organización no aportaría nada a la sociedad.
"El saber no conoce fronteras", dice un viejo proverbio. Todavía hay muy pocas organizaciones "trasnacionales", ni siquiera hay muchas "multinacionales", pero toda organización del saber es, por necesidad, no nacional, no comunal. [Pag. 82]
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Desde un punto de vista económico, además de social, sería mucho más productivo, argumentan los japoneses, dedicar el dinero gastado en crear empleos para obreros de fábricas en los países desarrollados a mejorar el sistema educativo del país y asegurar así que los jóvenes aprendan lo suficiente para llegar a estar calificados para trabajos del saber o por lo menos para un trabajo de alto nivel en servicios; el trabajo manual dedicado a fabricar y trasladar cosas ya no es un activo para un país desarrollado; es un pasivo. [Pag. 94]
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Todavía se necesitará inclusive más gente que sólo pueda aportar destrezas manuales a su trabajo, pero la mayor necesidad de empleo en las próximas décadas será de "técnicos"; y esos técnicos no sólo necesitan una gran destreza, también necesitan un alto grado de conocimientos convencionales y sobre todo una alta capacidad de aprender y adquirir saber adicional.
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….En una fabricación competitiva el trabajo será hecho en su mayor parte por trabajadores del saber que tienen la máquina a su servicio, …[Pag. 96]
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Esto creará unos problemas tremendos para los países en vias de desarrollo. Ya no pueden confiar en conseguir gran cantidad de puestos de trabajo en la industria mediante la formación de personas con salarios bajos. Los obreros manuales, sin importar lo baratos que sean, no podrán competir con los trabajadores del saber, sin importar lo bien pagados que estén. Pero esto crea además tremendos problemas a aquellos países -y Estados Unidos es el ejemplo más claro- en los cuales hay grandes grupos de "minorías" que están en vias de desarrollo, en lugar de desarrolladas, en lo que respecta a sus calificaciones académicas. [Pag. 97]
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…La única política a largo plazo que promete tener éxito es que los paises desarrollados transformen la industria para que pase de basarse en la mano de obra a basarse en el saber. [Pags. 97-98]
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Capitalismo sin capitalistas
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Los fondos de pensiones y sus propietarios
Integrar a los propietarios reales de los fondos de pensiones -los empleados actuales y futuros pensionistas- en la gestión de esos fondos es un reto al que hasta ahora no se ha dado respuesta en ningún país. [Pag. 99]
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El "seguro de vida" del siglo XIX era en realidad un "seguro de muerte"; el fondo de pensiones es un seguro de "vejez". Y es una institución esencial en una sociedad donde la mayoría de la gente puede esperar vivir muchos años después de que acabe su vida laboral.
La regulación de fondos de pensiones y su protección contra el desfalco seguirán siendo un reto para políticos y legisladores dutante los años venideros; es muy probable que sólo se responda ese reto después de que hayamos tenido unos cuantos escándalos desagradables. De igual forma, la integración de los propietarios reales en la estructura del fondo de pensiones exigirá años de debate, de experimentación, de "escándalos".
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….En Estados Unidos, hacia finales de 1992 los inversores institucionales manejaban por lo menos un 50% del capital social de las grandes corporaciones; poseían también una proporción casi igual de la deuda fija, inclusive en las empresas de tamaño medio, por no mencionar a las grandes, tanto de propiedad privada como pública. Además, los cien mayores fondos de pensiones controlaban alrededor de un tercio de todos los activos de esos fondos por las mismas fechas. [Pag. 100]
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Sin embargo, para Estados Unidos la concentración de capitales en manos de inversores imtitucionales no tiene precedentes y, pese a ello, será probablemente la nueva situación allí lo que se convierta en modelo.
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…. pero el capitalismo de los fondos de pensiones (o el socialismo de los fondos de pensiones, ya que la propiedad de los medios de producción por los empleados, es decir a través de los fondos de pensiones, es técnicamente "socialismo" más que "capitalismo") se convertirá en el modo de propiedad generalizado en los países desarrollados. La sola expectativa de vida de los países desarrollados hace que esto sea inevitable.
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…. Sin embargo, el capitalismo de los fondos es fundamentalmente diferente de cualquier forma anterior de capitalismo, como es también distinto de nada que socialista alguno imaginara nunca como economía socialista. [Pag. 101]
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En primer lugar, los fondos de pensiones son "fiduciarios"; los propietarios son los beneficiarios finales, esto es los futuros pensionistas. Por otro lado, los fondos de pensiones mismos son gestionados por empleados -analistas financieros, directores de cartera, actuarios-, todos ellos profesionales bien pagados, pero no es probable que sean ricos; de hecho, el mayor de los fondos de pensiones de Estados Unidos, el de los empleados del gobiemo federal, de los gobiemos estatales y de los gobiernos municipales, está gestionado por funcionarios que cobran como tales.
El capitalismo de los fondos de pensiones es asimismo capitalismo sin "capital". El dinero de los fondos de pensiones, y de sus hermanas gemelas, las mutualidades, no encaja en ninguna definición conocida del capital, y no sólo por una cuestión de semántica. En realidad, los fondos son salarios diferidos; se acumulan para proporcionar el equivalente a unos ingresos salariales a las personas cuando ya no trabajen. [Pag. 102]
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El gobierno de las corporaciones
Uno de los libros mis influyentes en Estados fue publicado en 1933. En é1 se señalaba que en una gran corporación los propietarios legales, los accionistas ya no podían ni querían ejercer el control; una dirección profesional ejercía ese control sin tener participación en la propiedad. Berle y Means observaban que no había otro modo de financier una gran corporación; había crecido demasiado para ser financiada por un solo propietario o grupo de propietarios y necesitaba financiarse a través de las inversiones de gran número de personas ninguna de las cuales podría en modo alguno poseer una parte suflciente para controlar la empresa y ni siquiera para preocuparse mucho por su dirección. "La propiedad", señalaban Berle y Means, se había convertido en "inversión" y preguntaban: ¿Ante quién, pues es reponsable la dirección? ¿Y de qué? [Pag. 103]
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… Cualquier gobierno, sea el de una empresa o el de una nación, degenerá en la mediocridad y el mal funcionamiento si no es claramente responsable de los resultados, y responsable ante alguien. Esto es lo que sucedió con las grandes corporaciones estadounidenses en los treinta años que van de 1950 a 1980. [Pag. 104]
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Lo que resultó de esta década demencial fue una redefinición de los objetivos y la razón de ser de las grandes empresas y de la función de la dirección. En lugar de ser dirigidas "en el mejor y más equilibrado beneficio de los grupos de interés", las corporaciones iban ahora a ser gestionadas exclusivamente para "maximizer el valor del accionista". Esto no funcionará tampoco ya que obliga a que la corporación sea gestionada para el corto plazo y esto significa dañar, si no destruir, la capacidad de producir riqueza de una empresa; significa el declive y con bastante rapidez. No pueden conseguirse resultados a largo plazo apilando resultados a corto plazo sobre resultados a corto plazo; se obtienen equilibrando necesidades y objetivos a corto y largo plazo. Por añadidura, dirigir una empresa exclusivamente para los accionistas aleja a las mismas personas de cuya motivación y entrega dependen los negocios modemos: los trabajadores del saber. Un ingeniero no se sentirá motivado en su labor si trabaja para enriquecer a un especulador. [Pag. 105]
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Responsabilizando a la dirección
En otras palabras, sabemos ahora ante qué debe responder la dirección. ¿Ante quién es responsable? La respuesta corriente es, claro está, ante los "propietarios", y esto significaría los inversores institucionales y más particularmente los fondos de pensiones pero, como ya hemos dicho, los fondos de pensiones no pueden en modo alguno actuar como "propietarios", ni pueden en modo alguno dirigir una empresa; sin embargo, tampoco pueden considerarse a sí mismos "inversores". Un inversor puede vender su propiedad, pero la cartera de los grandes fondos de pensiones, e inclusive los de tamaño medio, es tan enorme que sencillamente no puede venderse; el único mercado posible para ella son los otros fondos de pensiones. Los fondos de pensiones, en otras palabras, no pueden ni dirigir una empresa ni apartarse de ella. Tienen que asegurarse de que se está gestionando la empresa.
Por lo tanto, podemos predecir que, con toda probabilidad, en los próximos veinte años vamos a desarrollar lo que he venido llamando la "auditoria de empresa", que cotejará los resultados de un negocio y de su gestión con un plan estrat6gico y unos objetivos específicos. [Pag.106]
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¿Cómo podemos llamar a esta nueva estructura social? Cuando empecé a analizarla, a mitad de los setenta, la llamé "socialismo de los fondos de pensiones"; sería "capitalismo de los empleados" tal vez un término mejor? [Pag. 107]
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Trabajo en equipo y trabajo en equipo
Hay una segunda diferencia importante entre la productividad en la fabricación y el traslado de cosas y la productividad en el trabajo del saber y en el trabajo en servicios; en estos últimos tenemos que decidir cómo debe organizarse el trabajo y qué clase de equipo humano es el adecuado para esta clase de tarea y su fluidez….
En la actualidad se habla mucho de "crear trabajo en equipo"; es en gran parte un concepto erróneo, ya que asume que la organización existente no es una organización en equipo; es fácil demostrar que eso es falso; asume ademas que sólo hay una clase de equipo cuando, en la práctica, hay tres clases de equipos para todo trabajo humano, y para que el trabajo sea productivo tiene que contarse con el equipo adecuado para el trabajo mismo y para su fluidez.
La primera dase de equipo está ejemplificada por el equipo de cricket o béisbol; es también la clase de equipo que opera a un paciente en un hospital. En este equipo todos los jugadores juegan en el equipo pero no juegan como un equipo.
Cada jugador de un equipo de béisbol o cricket tiene una posición fiia, que nunca abandona; …De forma parecida, el anestesista no irá en ayuda del cirujano o de la enfermera de quirófano y viceversa. [Pag. 111]
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Para labores repetitivas y para aquellos trabajos cuyas reglas son bien conocidas, el equipo de béisbol es el ideal, y fue sobre este modelo que se organizó la moderna producción en masa, esto es el trabajo de fabricar y trasladar cosas, al cual debe buena parte de su capacidad para conseguir resultados.
El segundo tipo de equipo es el de fútbol; es también la idea que rige la orquesta sinfónica y el modelo para el equipo hospitalario que se pone en acción alrededor de un paciente que a las dos de la madrugada tiene un paro cardíaco.
También en este equipo los jugadores tienen posiciones fijas;…., pero en estos equipos todos los miembros trabajan como un equipo; cada uno coordina su parte con la del resto del equipo.
Este equipo necesita un director o un entrenador, y la palabra del director o entrenador es ley; exige también una "partitura" que requiere ensayos interminables para funcionar bien; pero a diferencia del equipo de béisbol tiene una gran flexibilidad si la partitura es clara y el equipo está bien dirigido. Además, puede moverse muy rapido. [Pag. 112]
Finalmente está el equipo de dobles en tenis que es también el de un conjunto de jazz o el de los cuatro o cinco ejecutivos senior que constituyen el "despacho del presidente" en una gran empresa en Estados Unidos o el Vorstand (Consejo de Dirección) de las empresas alemanas.
Este equipo tiene que ser pequeño, de siete a nueve como máximo. En é1 los jugadores tienen una posición "preferida" en lugar de una posici6n "fija"; se "cubren" mutuamente y se ajustan a las fuerzas y debilidades…
Si un equipo de esta clase esta bien calibrado, es el más fuerte de todos. Su resultado global es superior a la suma de los resultados individuales de sus miembros ya que este equipo utiliza las fuerzas de cada uno al tiempo que minimiza sus debilidades. Todos los que forman parte de él deben trabajar juntos durante largo tiempo antes de que puedan realmente funcionar como "equipo".
… No obstante, cualquier cambio importante en la naturaleza del trabajo, sus herramientas, su flujo y su producto final, puede exigir un cambio de equipo. [Pag. 113]
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El trabajo en la productividad de los trabajadores del saber y de servicios sólo será verdaderamente efectivo cuando se haya escogido y establecido el modelo de equipo adecuado. Un equipo adecuado no garantiza por sí mismo la productividad, pero un equipo equivocado la destruye.
… En el trabajo del saber y en la mayoría de los trabajos de servicios en los que la máquina (si la hay) está al servicio del trabajador, la productividad de los trabajadores exige la eliminación de cualquier otra actividad que no contribuya a su rendimiento, ya que lo desvía y distrae de ese rendimiento. [Pag. 115]
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A los trabajadores del saber y a los trabajadores de los servicios debería preguntárseles siempre: ¿Este trabajo es necesario para su tarea principal? ¿Contribuye a su rendimiento? ¿Lo ayuda en su trabajo? Si la respuesta es "no", entonces el procedimiento o la operación es una "tarea rutinaria", no es un "trabajo" y debería abandonarse por completo a diseñarse para que fuera un trabajo independiente.
Definir los resultados, determinar el flujo de trabajo adecuado, constituir el equipo adecuado, concentrarse en el trabajo y su ejecución son los requisites previos para conseguir productividad en el trabajo del saber y en el trabajo de los servicios. Sólo cuando todos ellos se han hecho se puede empezar la tarea de hacer que cada trabajo individual y cada tarea individual sean productivos.
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… siglo XIX creía que los expertos sabían las respuestas.
Ahora ya hemos aprendido que aquellos que hacen un trabajo saben más de él que cualquier otra persona; puede que no sepan cómo interpreter lo que saben, pero conocen lo que funciona y lo que no funciona; y en los últimos cuarenta años, hemos aprendido también que cualquier esfuerzo para mejorar un trabajo o tarea empieza en las personas que hacen ese trabajo. Hay que preguntarles: ¿Qué podemos aprender de ustedes? ¿Qué tienen que decirnos sabre ese trabajo y sobre cómo debería hacerse? ¿Qué herramientas necesitan? ¿Qué información les resulta necesaria? Hay que exigir a los trabajadores que asuman la responsabilidad de su propia productividad y que ejerzan el control sobre ella., [Pags. 116-117]
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La mejor forma de aprender cómo ser más productivo es enseñando; para obtener la mejora en productividad que necesita la sociedad poscapitalista, la organización tiene que convertirse en una organización donde se enseñe y se aprenda. [Pag. 118]
Reestructurando las organizaciones
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Sin embargo, mejorar la productividad de los trabajadores del saber y de los servicios exigirá cambios fundamentales en la estructura de las organizaciones; inclusive exigirá organizaciones totalmente nuevas.
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Las organizaciones no tendrán ninguno, o tendrán muy pocos de esos puestos de mando; veremos que cada vez hay más organizaciones que operan come el conjunto de jazz, en el cual el liderazgo dentro del equipo cambia segun lo que hay que hacer y es independiente del "rango" de cada miembro. La palabra "rango" debería desaparecer por completo del vocabulario del trabajo del saber y del trabajador del saber; debería sustituirse por "misión". Este cambio provocará tremendos problemas de motivación, recompensa y reconocimiento. [Pag. 119]
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Una de las fuerzas que impulsan el uso de "fuentes externas" es la necesidad de hacer que los trabajadores de servicios sean productivos.
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En un hospital, por ejemplo, el sistema de valores es el de médicos y enfermeros; se ocupan del cuidado del paciente. Por lo tanto, nadie presta mucha atención al trabajo de mantenimiento, o auxiliar o de oficina, pese a que es ahí donde probablemente resida la mitad de los costes del hospital, y nadie que proceda de estas funciones auxiliares llegará a ocupar un puesto de alto rango en el hospital.
…Por el contrario la mujer que, con el cargo de vicepresidenta senior, dirige la división hospitalaria de la mayor empresa de mantenimiento de Estados Unidos, empezó, como inmigrante mexicana casi analfabeta, con un cubo y una escoba hace catorce años; pero empezó a trabajar en un hospital donde se contrataba el trabajo de mantenimiento con una empresa externa. Como resultado, tuvo oportunidades para promocionarse y, también como resultado, la productividad en los hospitales servidos por esa empresa casi se ha triplicado en los últimos quince años: el tiempo necesario para hacer una cama, por ejemplo, ha quedado reducido en dos tercios.
La empresa de mantenimiento tiene un interés financiero en mejorar la productividad de los trabajos humildes y tiene gente en los puestos ejecutivos que conoce de primera mano el trabajo de mantenimiento que se necesita en un hospital. Por ello, la compañía estuvo dispuesta a trabajar durante años para rediseñar todas las herramientas necesarias, inclusive la sábana; estuvo dispuesta a hacer una sustanciosa inversión de capital en los nuevos métodos. Un hospital nunca hubiera hecho algo así; hacer que el mantenimiento de un hospital fuera productivo exigía a un contratista externo. [Pags. 120-121]
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Esto implica un cambio radical en la estructura de la organización del futuro; significa que la gran empresa, el organismo del gobierno, el gran hospital o la gran universidad no será necesariamente el que emplee a gran cantidad de gente; será el que tenga cifras de negocio sustanciales y resultados sustanciales, conseguidos en parte porque e1 mismo sólo hará un trabajo centrado en su misión, trabajo directamente relacionado con los resultados, trabajo que valore, reconozca y premie adecuadamente; el resto lo contratará afuera.
Evitando una nueva lucha de clases
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En la actualidad se necesita un rápido aumento de la productividad de los que trabajan en servicios para evitar el peligro de una nueva "lucha de clases" entre los dos nuevos grupos dominantes en la sociedad poscapitalista: los trabajadores del saber y los trabajadores de los servicios. Por ello, hacer que el trabajo en servicios sea productivo es la máxima prioridad social en la sociedad poscapitalista, además de ser una prioridad económica. [Pag. 122]
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Las organizaciones de la sociedad poscapitalista, al contrario, se concentrarán en sus tareas esenciales y básicas y para otras labores trabajarán con otras organizaciones en una desconcertante variedad de alianzas y asociaciones. Las sociedades capitalists y socialistas eran, para usar una metáfora, "cristalinas" en su estructura; la sociedad postcapitalista es probable que se parezca a un fluido. [Pag. 123]
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Las organizaciones deben responsabilizarse de los límites de su poder, esto es del punto en el cual deja de ser legítimo el ejercicio de sus funciones.
Las organizaciones deben asumir "responsabilidad social"; no hay nadie más en la sociedad de las organizaciones que pueda cuidar de la sociedad misma. No obstante, deben hacerlo responsablemente, esto es dentro de los límites de su competencia y sin poner en peligro su capacidad de funcionamiento. [Pag. 125]
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Durante su vida, Charles E. Wilson (1890-1961) fue una personalidad destacada en la escena de Estados Unidos, primero como presidente y presidente ejecutivo de General Motors, la empresa mayor y más próspera del mundo en aquella época, y más tarde, entre 1953 y 1957, como secretario de Defensa en el gobierno de Eisenhower. No obstante, si se lo recuerda hoy es por algo que no dijo: "Lo que es bueno para General Motors es bueno para Estados Unidos"; lo que sí dijo en 1953, en las audiencias para confirmarlo en su puesto en el Departamento de Defensa, fue: "Lo que es bueno para Estados Unidos es bueno para General Motors". Durante el resto de su vida Wilson se esforzó por rectificar el error pero nadie lo escuchó; todo el mundo argumentaba: "Si no lo ha dicho, seguro que lo piensa; a decir verdad, debería pensarlo". [Pag. 128]
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¿Qué es la responsabilidad social?
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Las organizaciones sólo pueden perjudicarse a sí mismas y a la sociedad si se dedican a tareas que superan su competencia especializada, sus valores especializados, su función especializada. El hospital en Estados Unidos se hizo bastante daño a sí mismo y poco bien a la comunidad cuando asumió los males sociales de los barrios pobres del interior de las ciudades en sus dispensarios en esos barrios; la escuela en Estados Unidos ha fracasado miserablemente en su intento por conseguir la integración racial. Estas causas son sin duda buenas; en muchos casos están pidiendo a gritos que se haga algo; por ejemplo, que se acabe con la segregación, pero la acción necesaria -o por lo menos, la acción escogida por las organizaciones mencionadas- estaba fuera de su centro de interés y función y absolutamente fuera de su competencia. Con todo, ¿quién más hay que pueda cuidar de la sociedad, sus problemas y sus males? Estas organizaciones colectivamente son la sociedad. Es una futilidad argumentar, como hace el economista y premio Nobel, Milton Friedman (n. 1912), que una empresa sólo tiene una responsabilidad: los resultados económicos….
Pero el rendimiento económico no es la única responsabilidad de una empresa, como tampoco el rendimiento académico es la única responsabilidad de una escuela ni los resultados en atención sanitaria la única responsabilidad de un hospital. El poder debe equilibrarse siempre con la responsabilidad; de lo contrario es tiranía, pero además, sin responsabilidad el poder también degenera en falta de resultados, y las organizaciones tienen poder, aunque solo sea poder social. [Pags. 129-130]
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Pero -y es un gran "pero"- las organizaciones en la sociedad de las organizaciones tienen la responsabilidad de intentar encontrar un enfoque de los problemas sociales básicos que encaje en sus competencies y que, claro esté, transforme un problema social en una oportunidad para la organización.
Poder y organizaciones
Hay otro límite a la acción social de las organizaciones en la sociedad de las organizaciones: son instituciones sociales; no tienen ni legitimidad ni competencia en la política.
…. El pluralismo de la sociedad de las organizaciones es el de organizaciones discretas, que operan de forma paralela más que competitiva; la empresa de negocios no compite con el hospital para conseguir pacientes o para el patrocinio de médicos, y el hospital, a su vez, no intenta vender ordenadores en competencia con IBM; cada una es al mismo tiempo cliente y proveedor de la otra. Los barones, condes, duques y obispos de la Europa medieval -o los Daimyos del Japón medieval- se agitaban en continuas guerras unos contra otros; las organizaciones modernas forman grupos de presión.
De hecho, no hay nada que perjudique tanto a una organización como intentar hacerse del poder político; es algo que siempre acaba en desastre. En la Argentina, Brasil y Perú, el ejército era la institución más respetada de cada país hasta que tomó el poder durante los sesenta y setenta; en todos los caso los militares pasaron a la acción sólo porque el país estaba al borde del colapso total; en todos los casos llegaron al poder con un apoyo popular importante, inclusive abrumador, y en todos los casos, cuando cedieron el poder político se habían corrompido y estaban desacreditados, desmoralizados y casi destruidos. [Pag. 131-132]
…. Inclusive los líderes sindicales se autodestruyen y destruyen su sindicato cuando alcanzan poderes políticos. [Pag. 133]
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En realidad las organizaciones que no son de negocios tienen el máximo poder social. Pocas organizaciones en la historia han gozado del poder que tiene hoy la universidad; la negativa a admitir o a conceder una licenciatura es tanto como prohibir el acceso de una persona a una carrera y sus oportunidades.
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Este poder puede ser regulado, limitado y moderado por el poder político; puede ser sometido a un procedimiento legal establecido y a la revisión en los tribunales, pero el poder social de las organizaciones no puede ser ejercido por las autoridades políticas; debe ser ejercido por cada organización individual. La primera respuesta a este problema es que no debe concederse a ninguna organización otro poder que el absolutamente necesario para el desempeño de su función; cualquier cosa que vaya más allá de esto es una usurpación.
Una segunda respuesta es que el ejercicio del legítimo poder de una organización debe salvaguardarse del abuso de poder; debe haber reglas claras y públicas para su ejercicio y debe existir la revisión y apelación a alguien o algún tribunal que sea imparcial y no parte del problema; debe existir lo que los abogados llaman un "proceso legal establecido". [Pag. 134]
…
Pero la respuesta más importante al problema del poder de la organización es convertir a la organización basada en el poder en una organización basada en la responsabilidad. Por añadidura, es la única respuesta que conviene a la organización del saber. [Pag. 135]
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Desde la orden a la información
… En la organización tradicional, la mayoría de las personas llamadas directivos no dirigían realmente; lo que hacían era pasar órdenes hacia abajo e información hacia arriba. Si la información está disponible, sobran. [Pag. 136]
El modelo justo para la organización basada en la información …. es la orquesta sinfónica, en la cual cada músico toca directamente y sin intermediario para el "presidents ejecutivo", el director, y puede hacerlo porque todos tienen la misma "partitura", esto es la misma información. También lo es el conjunto de jazz, en el cual cada músico asume la responsabilidad de la "partitura".
No obstante, tenemos que ir más allá de la organización basada en la información; tenemos que llegar a la organización basada en la responsabilidad. En el trabajo del saber la organización se compone cada vez más de especialistas, cada uno de los cuales sabe más sobre su especialidad que ninguna otra persona en la organización. La organización al viejo estilo suponía que el superior sabía hacer lo que el subordinado hacía ya que, unos pocos años antes, había ocupado el puesto de ese subordinado. No obstante, la organización basada en el saber tiene que suponer que los superiores no saben hacer el trabajo de sus subordinadas; nunca lo han desempeñado.
…
… Sin embargo, en la sociedad basada en el saber con frecuencia no hay nadie que sepa lo bastante del trabajo del especialista como para evaluar lo que éste aporta; [Pag. 137]
De la información a la responsabilidad
La organización basada en el saber asume, por lo tanto que todo el mundo asuma responsabilidad por objetivos, contribución y, de hecho, también por conducta….; implica que no hay "subordinados", sólo hay "asociados". Además, en la organización basada en el saber todos los miembros tienen que ser capaces de controlar su propio trabajo mediante la información que sus resultados aporten a sus objetivos.
…
…. En otras palabras, exige que todos los miembros de la organizaación actúen como responsables de la toma de decisiones; todos tienen que considerarse "ejecutivos".
Es también responsabilidad de todos los miembros de la organización comunicar sus objetivos, sus prioridades y la contribución que piensan hacer a sus compañeros de trabajo; hacia arriba, hacia abajo y hacia los lados. Y es responsabilidad de todos ellos asegurarse de que sus propios objetivos se ajustan a los objetivos de todo el grupo. [Pag. 138]
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… Estas personas saben más de su trabajo que nadie más y, si se las hace responsables, actúan de forma responsable.
Para hacer que todos contribuyan
…. ¿De qué deberíamos ser responsables? La tarea de la dirección en una sociedad basada en el saber no es hacer que todo el mundo sea un jefe; la tarea es hacer que todo el mundo sea un contribuyente. [Pag. 140]
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Por lo tanto, no nos enfrentamos al "nuevo orden mundial" que los políticos de hoy constantemente invocan; nos enfrentamos a un nuevo desorden mundial y nadie sabe por cuánto tiempo. [Pag. 143]
La paradoja del Estado-nación
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De hecho, no fue el Estado-nación lo que engendró los imperios; el mismo Estado-nación surgió como respuesta a impulsos trasnacionales. El imperio español en las Américas produjo tanto oro y plata que España, bajo Felipe II, hijo y sucesor de Carlos V, pudo financiar el primer ejército regular desde las legiones romanas, la infantería española, probablemente la primera organización "modema". Así equipada, España lanzó su primera campaña para el dominio de Europa; contrarrestar la amenaza de España fue la motivación y objetivo confesado del inventor del Estado-nación, el político y abogado francés Jean Bodin (1530-1591), en su obra Six livres de la République, de 1576. Fue la amenaza española lo que hizo que el Estado-nación de Bodin fuera una causa "progresista" en toda Europa v fue sólo porque la amenaza era tan grande y real por lo que aceptaron sus recomendaciones: el Estado-nación… [Pag. 145]
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Dimensiones del megaestado
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El Estado-nación fue diseñado para ser el guardián de la sociedad civil; el megaestado se convirtió en su dueño. Y en su forma extrema, totalitaria, sustituyó a la sociedad civil por completo; en el totalitarismo toda la sociedad se convirtió en sociedad política.
El Estado nacional fue diseñado para proteger tanto la vida y la libertad del ciudadano como su propiedad contra actos arbitrarios del soberano; el megaestado, inclusive en su forma angloamericana, la menos extrema, considera que un ciudadano sólo puede conserver su proopiedad a juicio del recaudador de impuestos…
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El Estado nodriza
El paso del Estado nacional al megaestado se inició en las décadas finales del siglo XIX. El primer paso hacia el megaestado fue la creación del Estado del bienestar por parte de Bismarck en la década de 1880. La meta de Bismarck era combatir la marea socialista que crecía con fuerza; era una respuesta a la amenaza de lucha de clases. Hasta Bismarck, el gobierno había sido visto exclusivamente como organismo político; Bismarck convirtió en un organismo social. [Pags 152-153]
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… Desde 1870, Estados Unidos estableció gradualmente la regulación de los bancos de negocios, los ferrocarriles, la energia eléctrica, los teléfonos; esta regulación -una de las ideas políticas más originales del siglo XIX y que tuvo mucho éxito al principio- se vio desde el comienzo como una "tercera vía" entre el "capitalismo sin trabas" y el "socialismo" y como una respuesta a las tensiones y problemas creados por la rápida difusión del capitalismo y la tecnología. Poco después, Estados Unidos empezó a asumir la propiedad de empresas; primero hacia 1880 en el Estado de Nebraska, bajo el liderazgo de William Jennings Bryan (1860-1910). Pocos años más tarde, entre 1897 y 1900, Karl Lueger (1844-1910), alcalde de Viena, expropió de forma parecida y asumió la propiedad municipal de las empresas de tranvías y de las de energía eléctrica y gas de la capital austríaca. Al igual que Bismarck, que habia actuado para combatir el socialismo, tampoco Bryan o Lueger eran socialistas, ambos eran lo que llamamos "Populistas"; ambos veían básicamente en la propiedad gubernamental un medio de apaciguar una guerra de clases en rápida escalada entre el "capital" y la "clase obrera".
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…. Inclusive los socialistas creían que la economía se regularía a sí misma una vez que hubiera sido abolida la propiedad privada. Se pensaba que el trabajo del Estado-nación y de su gobierno era conservar el "clima" para el crecimiento y la prosperidad económicos, manteniendo la moneda estable, los impuestos bajos y estimulando el ahorro y la austeridad. [Pag. 156]
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Pese a que los economistas actuales difieren de Keynes, todos ellos -seguidores de Friedmann, partidarios de la economía de la oferta y los otros poskeynesianos- siguen a Keynes en esos dos principios. Todos ellos hacen que el Estado-nación y su gobierno sean los dueños de la economía nacional y los controladores del tiempo económico.
El Estado fiscal
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Sin embargo, en la Primera Guerra Mundial todos los países beligerantes descubrieron que no hay prácticamente límites para lo que un gobierno puede extraer de la población. [Pag. 157]
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No obstante, desde entonces todos los países desarrollados -y muchos en vías de desarrollo- se han convertido en Estados fiscales. Todos han acabado creyendo que no hay límites económicos para lo que un gobierno puede gravar o tomar prestado y, en consecuencia, no hay límites económicos para lo que un gobierno puede gastar.
Lo que Schumpeter señaló fue que, desde que existen los gobiemos, el proceso presupuestario empieza con una evaluación de los ingresos disponibles, y a continuación los gastos deben acomodarse a esos ingresos. Y dado que las "buenas causas" son inagotables y la petición de gasto es por ello infinita, el proceso presupuestario consiste mayormente en decidir cuando decir "no". Mientras se supo que los ingresos eran limitados, los gobiernos, fueran democracias o monarquías absolutas como la de los zares rusos, operaban bajo restricciones extremas. Estas restricciones hacían que fuera imposible que un gobierno se convirtiera en un organismo social o económico. [Pag. 158]
Pero también bajo la nueva administración, resulta demasiado fácil ver la renta nacional como algo que pertenece al gobiemo y pensar que los individuos sólo tienen derecho a lo que el gobiemo esté dispuesto a dejarles tener. Nadie antes de 1914 -de hecho nadie antes de 1946- habló de "exenciones fiscales". Antes se suponía que todo pertenecía al individio, a menos que hubiera sido expresamente cedido al gobiemo por los representantes políticos de los contribuyentes, tanto si era un gobierno absoluto como parlamentario.
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El Estado de la guerra fría
…..
En su origen estuvo la decisión alemana, en la última década del siglo pasado, de construir en tiempos de paz una poderosa fuerza naval disuasiva. Esto inició la carrera armamentisla. Los alemanes sabian que corrían un enome riesgo político; [Pag. 159]
….. Una armada moderna significaba buques revestidos de acero y esos buques debían ser construidos en tiempos de paz; esperar hasta el estallido de la guerra, como hubiera dictado la política tradicional, habría significado esperar demasiado.
….
La defensa, decía implícitamente el argumento alemán, ya no significaba mantener el conflicto bélico lejos de la sociedad y la economía civiles; bajo las condiciones de la tecnología moderna, defensa significa una sociedad y una economía en permanente estado de guerra. Significa un "estado de guerra fría".
….
Pero inclusive después de la Segundo Guerra Mundial, Estados Unidos intentó durante un corto período volver a un Estado "normal" de tiempo de paz; intentó desarmarse lo más rápido posible y lo más completamente posible. La llegada de la guerra fría en los años de Truman y Eisenhower cambió todo esto. Desde entonces, el Estado de guerra fría ha sido la organización dominante en la política internacional.
Hacia 1960 el megaestado se habia convertido en una realidad política en los países desarrollados en todos sus aspectos: como organismo social, como dueño de la economía, como Estado fiscal y, en la mayoría de los países, como Estado de guerra fría.
En su origen estuvo la decisión alemana, en la última década del siglo pasado, de construir en tiempos de paz una poderosa fuerza naval disuasiva. Esto inició la carrera armamentisla. Los alemanes sabian que corrían un enome riesgo político; [Pag. 159]
….. Una armada moderna significaba buques revestidos de acero y esos buques debían ser construidos en tiempos de paz; esperar hasta el estallido de la guerra, como hubiera dictado la política tradicional, habría significado esperar demasiado.
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La defensa, decía implícitamente el argumento alemán, ya no significaba mantener el conflicto bélico lejos de la sociedad y la economía civiles; bajo las condiciones de la tecnología moderna, defensa significa una sociedad y una economía en permanente estado de guerra. Significa un "estado de guerra fría".
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Pero inclusive después de la Segundo Guerra Mundial, Estados Unidos intentó durante un corto período volver a un Estado "normal" de tiempo de paz; intentó desarmarse lo más rápido posible y lo más completamente posible. La llegada de la guerra fría en los años de Truman y Eisenhower cambió todo esto. Desde entonces, el Estado de guerra fría ha sido la organización dominante en la política internacional.
Hacia 1960 el megaestado se habia convertido en una realidad política en los países desarrollados en todos sus aspectos: como organismo social, como dueño de la economía, como Estado fiscal y, en la mayoría de los países, como Estado de guerra fría.
La excepción japonesa
La única excepción fue Japón. ….. Su gobierno no intentó convertirse en dueño de la economía ni en dueño de la sociedad sino que más bien se reconstruyó después de la contundente derrota siguiendo las pautas tradicionales del siglo XIX. Por supuesto en el terreno militar no tenía otra opción, pero tampoco instituyó casi ningún programa social. La única excepción fue el Seguro de Enfermedad, que le fue impuesto por los victoriosos norteamericanos durante la ocupación. Japón no nacionalizó la industria; de hecho, y hasta que la señora Thatcher hiciera la mismo como primer ministro en Gran Bretaña en los ochenta, Japón fue el único país desarrollado en el cual se devolvieron a la propiedad privada industrias que habían sido nacionalizadas anteriormente, … [Pag. 160-161]
…
Japón ha sido la única excepción; en todos los demás países desarrollados el movimiento hacia el megaestado ha sido general. Y los países en desarrollo han seguido el ejemplo rápidamente; tan pronto nacía una nueva nación debido a la disolución de un imperio, entraba en la nueva política militar, esto es, se dedicaba a formar a sus efectivos militares duante el tiempo de paz y a fabricar, o por lo menos procurarse, el armamamento avanzado necesario en caso de guerra. [Pag. 162]
…
… Las democracias diferían en cómo hacer las cosas; pero diferían mucho menos en qué cosas hacer. Todas veían al gobierno como amo de la sociedad y amo de la economía y todos veían la "paz" en forma de "guerra fría".
¿Ha funcionado el megaestado?
En su manifestación más extrema, el totalitarismo, sea nazi o de la variedad comunista, ha sido con certeza un fracaso total, sin un solo rasgo compensador. Puede argumentarse que el Estado de guerra fría funcionó desde el punto de vista militar para la Unión Soviética; durante cuarenta años fue una superpotencia militar, pero la carga social y económica del cuerpo militar era tan enorme que llegó a ser insoportable. Con certeza contribuyó, y mucho, al hundimiento del comunismo y del Imperio Soviético en su conjunto.
Pero, ¿ha funcionado el megaestado en su forma mucho más moderada?, ¿ha funcionado en los países desarrolllados de la Europa Occidental y en Estados Unidos? La respuesta es: no mucho mejor. En general ha sido un fiasco allí igual que en la Alemania de Hitler y en la Unión Soviética de Stalin. [Pag. 163]
…
Cuando más productiva sea una economía, mayor será la igualdad de la renta; cuando menos productiva, mayor la desigualdad. Los impuestos, afirma la Ley de Pareto, no pueden cambiar eso. No obstante, los abogados del Estado fiscal basaron su caso en gran medida en la aseveración de que los impuesos podían efectiva y permanentemente cambiar la distribución de la renta. Toda nuestra experiencia de los últimos cuarenta años refuta esa pretensión.
…
…Aunque los ricos seguían enriqueciéndose, los pobres iban enriqueciéndose más de prisa y la clase media se enriquecía aún más rápido. En cuanto los aumentos de productividad bajaron o desaparecieron –al empezar la guerra de Vietnam- la desigualdad de la renta empezó a aumentar en forma continuada, pese a los impuestos. No cambió casi nada el hecho de que en los períodos de Nixon y Carter se gravara con fuertes impuestos a los ricos o que en la era de Reagen esos impuestos fueran mucho menores. [Pag. 164]
…
Pese a todas sus corrupciones y escándalos, el país más igualitario ahora es Japón; el país con el más rápido aumento en productividad y los menores intentos de redistribuir la renta por medios fiscales.
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…-es que los gobiernos de todos los países desarrollados – y también de la mayoría de los países en desarrollo- se han vuelto tan derrochadores que no pueden aumentar su desembolso en una recesión. Y es, por supuesto, en ese momento cuando, de acuerdo con todas las modernas teorías económicas, deberían hacerlo para crear poder de compra y con él reavivar la economía. En todos los países desarrollados sin excepción, los gobiernos han alcanzado los límites de su capacidad para gravar con impuestos y para pedir dinero prestado y han alcanzado esos límites durante épocas de prosperidad, cuando deberían, de acuerdo con las modernas teorías económicas, haber acumulado superavit considerables. El Estado fiscal se ha agotado hasta la impotencia.
Otro principio básico del Estado fiscal ha demostrado también no ser válido. El núcleo de la teoría económica keynesiana y poskeynesiana es la creencia en que la recaudación fiscal total es lo único que importa. Los últimos cuarenta años han demostrado que lo que se grava importa tanto como cuánto se grava; lo que los economistas llaman la incidencia de la triburación es decisivo, una idea que era desechada con desprecio por los economistas de la posguerra….[Pags. 165-166]
El Estado electorero
… En el Estado fiscal ese saqueo lo hacen los políticos para asegurar su propia elección. [Pag. 166]
…
… Que está realmente socavando los fundamentos mismos del gobierno representativo lo demuestra el continuo declive en la participación electoral. Lo muestra también la continua disminución en todos los países del interés por la función del gobierno, por su utilidad, por su política; en lugar de ello, los votantes eligen cada vez más sobre la base de "que hay para mí". En 1918 Joseph Schumpeter advirtió que el Estado fiscal acabaría minando la capacidad de un gobiemo para gobernar. Quince años más tarde Keynes saludaba al Estado fiscal como el gran liberador. Sin verse ya limitado por restricciones en el gasto, el gobierno del Estado fiscal podría empezar a gobernar de forma efectiva. Sabemos ahora que era Schumpeter tenía razón. [Pags. 167-168]
…
… Y por lo menos en Estados Unidos, cada vez mas se contrata afuera la enseñanza; cada vez más en Estados Unidos se está a favor de los "vales", con los cuales los padres de un niño en edad escolar pueden decidir a qué escuela, pública e inclusive privada, quieren enviar a sus hijos, y el Estado pagará a la escuela que los padres hayan escogido. En otras palabras, estamos empezando a aplicar a la enseñanza elemental lo que hace cuarenta años nos enseñó la GI Bill Of Rights respecto de la enseñanza superior. El gobierno establece las reglas, el gobierno fija las pautas, el gobierno provee; pero el gobierno no hace. [Pag. 169]
…
Por lo tanto, no es posible volver a los supuestos en los que se fundaba el tradicional Estado-nación: una pequeña fuerza militar aumentada por reservistas es todo lo que se necesita para mantener la posición mientras se convierten las instalaciones económicas civiles en útiles para la producción bélica. [Pag. 171]
…
… La Unión Soviética, como ya hemos dicho, consiguió construir una fuerza militar extraordinariamente poderosa, pero la carga que esta fuerza impuso llegó a ser tan intolerablemente pesada que tuvo un papel importante en el hundimiento de la economía y la sociedad soviéticas.
La carga está llegando a ser igual de pesada para Estados Unidos. Como es generalmente aceptado, una de las principales razones por las que a Japón y Alemania les ha ido tan bien económicamente, mientras que Estados Unidos se iba rezagando, es la defensa de Estados Unidos. La carga ecónomica -5 o 6% del PBI- es el problema menor. Es la desviación de los recursos más escasos -ingenieros y científicos experimentados- a un trabajo de defensa económicamente improductivo.
….
Mientras los capaces ingenieros de Estados Unidos trabajaban durante estos últimos cuarenta años en "bombas inteligentes", sus homólogos japoneses lo hacían en perfeccionar la máquina de fax o eliminar el traqueteo de la puerta del automvil. Los artículos de tiempo de paz y los artículos de tiempo de guerra ya no se producen con la misma tecnología, los mismos procesos y las mismas instalaciones. Por lo tanto, ya casi no existe la "desmovilización", si es que existe en absoluto. Estados Unidos ha gastado enormes sumas de dinero en "transferencia de tecnología" de la investigación en defensa a los productos civiles; los resultados se acercan a cero. [Pag. 172]
Aún peores fueron los efectos del Estado de guerra fría en el desarrollo económico. No hay dudas de que América Latina en lugar de Asia Oriental hubiera sido el "milagro económico" de los sesenta y setenta, excepto por el hecho de que el dinero y los expertos de esos países se malgastaron en construir enormes Fuerzas Armadas sin ningún valor militar.
…
… Estos pequeños países no podrían, claro está, ganar una guerra contra una gran potencia, como Saddam Hussein aún creía. Pero pueden convertirse en chantajeadores y terroristas internacionales. Sirviéndose de estos países como base, pequeñas bandas de aventureros -piratas con bases en tierra, de hecho- pueden tener al mundo entero en jaque. El control de armamentos no puede, pues, seguir ejerciéndose en y mediante el Estado de guerra fría, como se ha ejercido durante este último medio siglo. A menos que el control se convierta en transnacional, no podrá ejercerse en absoluto, lo cual acabaría haciendo que el conflicto global fuera prácticamente inevitable, aunque las grandes potencias consiguieran evitar la guerra caliente entre ellas.
A diferencia del Estado fiscal y el Estado nodriza, el Estado de guerra fría no ha sido un fracaso total; en tanto se puede decir que la meta de la política nacional en la era de las armas absolutas es la evitación de la Tercera Guerra Mundial, debe considerarse un éxito, el único éxito del megaestado. Pero ese éxito acabó volviéndose un fracaso económica y militarmente. El megaestado ha llegado así a un punto muerto. Por desgracia, no se puede volver al Estado-nación del pasado, como los neoconservadores o los economistas de la escuela austríaca querrían que creyéramos. Están surgiendo nuevas fuerzas que minan al Estado-nación. [Pags. 173-174]
…..
El intento del mundo de la posguerra por crear una moneda trasnacional, patrocinado por John Maynard Keynes en los últimos meses de su vida, fue hecho fracasar por Estados Unidos. A su vez la propuesta estadounidense de trasnacionalizar el Atomo -el Plan Baruch para el control trasnacional de la energía y el armamentos nucleares- fue rechazado por los soviéticos. Y el más afortunado de esos inventos de la posguerra, el GATT (Acuerdo General sobre Aranceles Aduanaros y Comercio), aunque pensado claramente para imponer el trasnacionalismo en una zona esencial de la soberanía, el comercio exterior, raramente ha prevalecido en contra de los intereses nacionales.
Por el contrario, el período de posguerra ha visto un crecimiento explosivo del número de Estados-nación, al irse organizando como tales los sucesores de los imperios, y la mutación del Estado-nación en un megaestado.
Sin embargo, en las últimas décadas, tal vez desde los setenta, el Estado-nación ha empezado a desmembrarse; ya ha sido superado por el flanco en áreas cruciales en las que la palabra soberanía ha perdido todo significado. Cada vez más los retos a que se enfrentan todos los gobiernos son retos que no pueden resolverse por la acción nacional, ni siquiera por la internacional. Exigen organismos trasnacionales que tienen "soberanía" propia. Cada vez más, también, el regionalismso está operando paralelamente al Estado-nación. Y en el interior, el Estado-nación está siendo socavado por el tribalismo. [Pag. 177]
El dinero no tiene patria
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Tampoco la información
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Las necesidades trasnacionales: el ambiente
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Acabar con el terrorismo
De casi tanta importancia como el ambiente es la creciente necesidad de medidas e instituciones trasnacionales que aborten la vuelta de los ejércitos privados; esto es, que acaben con el terrorismo. Puede que las acciones militates contra Irak en el invierno y la primavera de 1991 fueran el primer paso. Por vez primera en la historia escrita, prácticamente todos los Estados-nación actuaron juntos para sofocar un acto de terrorismo -porque eso fue la invasión iraquí de Kuwait-. La invasion en sí misma sólo representó una amenaza para un pequeño número de países; no fue ninguna amenaza para Estados Unidos ni para ningún otro de los países desarrollados.
Por vez primera en cuatrocientos años, los ejércitos privados han vuelto. En el siglo XVII Japón (alrededor de 1600) y Europa (unos cincuenta años más tarde) decidieron que sólo al Estado-nación podía permitírsele mantener una fuerza militar. Ahora, con los explosivos nucleares y las armas químicas y biológicas, los ejércitos privados vuelven a ser posibles. El terrorismo es ya posible y mucho más amenazador aún porque grupos muy pequeños pueden convertir inclusive a un gran país en rehén suyo. [Pag. 182]
…
… Lo que se necesita para eliminar -o por lo menos controlar- la amenaza del terrorismo son medidas trasnacionales, medidas que van más allá de cualquier Estado soberano. Hay un precedente: los tratados que en el siglo XIX acabaron con el comercio de esclavos y convirtieron en delito transnacional la piratería en alta mar.
Control trasnacional de armamentos
En tercer lugar -y estrechamente relacionada con la erradicación del terrorismo- está la necesidad de un control trasnacional de armas, ….. Finalmente –y todavía es sólo una especulación-, ¿habrá un organismo trasnacional que controle y haga respetar los derechos humanos?, ¿debería existir un organismo así?, ¿de haber existido, hubiera podido, por ejemplo, impedir el holocausto hitleriano? [Pag. 183] …. Lo que podría convertirlo en realidad sería la amenaza que sufren los países prósperos de verse inundados por millones de refugiados, a menos que unas medidas trasnacionales pongan fin a las persecusiones raciales, religiosas y políticas.
…
Sin embargo, es previsible que el diseño y la construcción de institutciones trasnacionales sean cuestiones políticas clave en muchas décadas venideras. Esto significa que la limitación de la soberanía llegará a ser una cuestión esencial en las relaciones internacionales y en la política tanto exterior como interior. [Pag. 185]
La nueva realidad: el regionalismo
…
Lo que hace que esto sea tan importante es que el impulso para la comunidad económica norteamericana no partió de Estados Unidos; partió de México. No obstante, durante más de ciento cincuenta años, desde que México fue unificado bajo la presidencia de Benito Juárez (1806-1872), la meta de la política mexicana ha sido poner toda la distancia posible entre su país y el grande, agresivo y totalmente extraño vecino del Norte. No hay dos países en el mundo más diferentes que México y Estados Unidos, en lengua, en religión, pero sobre todo en cultura, en valores, en tradición. Pese a ello, finalmente México tuvo qua aceptar que los ciento cincuenta años de política aislacionista habían terminado en un fracaso; para sobrevivir como país y como civilización tenía que integrarse con el grande, peligroso y extraño vecino del Norte, por lo menos económicamente. [Pag. 186]
….
En la economía del saber ni el proteccionismo tradicional ni el comercio libre tradicional pueden funcionar por sí mismos; lo que se necesita es una unidad económica que sea lo bastante grande como para establecer un libre comercio y una fuerte competencia interior significativos. Esta unidad tiene que ser lo bastante grande como para que las nuevas industrias de alta tecnología se desarrollen gozando de alto grado de protección. La razón para esto reside en la naturaleza de la alta tecnología, esto es de la industria del saber. [Pags. 187-188]
Esta industria no sigue las ecuaciones de oferta y demanda de la economía clásica, neoclásica y keynesiana. En ellas los costes de producción suben de forma proporcional al volumen de producción; en las industrias de alta tecnología, los costes de producción bajan y muy rápido, según sube el volumen de producción; es lo que ahora se llama la "curva de aprendizaje". (Ver el capitulo 10 para un análisis más detallado.). La importancia de esto es que una industria de alta tecnología puede afianzarse de tal manera que destruya a cualquier competidor. Cuando esto ha sucedido casi no hay ninguna posibilidad de que la industria derrotada pueda volver; ha dejado de existir. No obstante, y al mismo tiempo, la nueva industria de alta tecnología ha de contar con la suficiente competencia y los suficientes retos; de lo contrario, dejaría de crecer y desarrollarse; se volvería monopolística y perezosa y pronto quedaría obsoleta. La economía del saber exige, por lo tanto, unidades económicas que sean mayores inclusive que un Estado nacional de buen tamaño; si no es así, no habrá competencia. Pero también exige la capacidad de proteger a la industria y comerciar con otros bloques comerciales sobre la base de la reciprocidad más que de la protección o el libre comercio. Esta es una situación sin precedentes; hace que el regionalismo sea al mismo tiempo inevitable e irreversible. [Pag. 188]
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… Sin embargo, todas ellas crearán grandes áreas de libre comercio, mayores de lo que tales áreas han sido nunca. Al mismo tiempo, crearán grandes áreas unificadas respecto del mundo exterior y capaces de ser "recíprocas"; esto es, de ser al mismo tiempo totalmente abiertas y proteccionistas. Estas regiones no sustituyen al Estado-nación; lo suplementan.
La vuelta del tribalismo
El internacionalismo y el regionalismo retan al Estado-nación soberano desde afuera. El tribalismo lo socava desde el interior. Mina el poder integrador del Estado-nación. En realidad, amenaza con sustituir a la nación por la tribu. [Pag. 189]
…
Esto no es en modo alguno un fenómeno exclusivo de Estados Unidos y ni siquiera puede explicarse en términos sólo aplicables a Estados Unidos (aunque está claro que, como todo en la sociedad de este país, su problema básico, las relaciones raciales entre blancos y negros, están en el núcleo de la cuestión). El tribalismo está aún más establecido en Europa. Ha desgarrado en pedazos a Yugoslavia con su sangrienta guerra civil; amenaza con la guerra civil en todo el antiguo Imperio Soviético; los escoceses quieren separarse del Reino Unido; los eslovacos exigen autonomía y la separación de los checos; Bélgica está dividida por la disputa entre flamencos y valones de habla francesa. … [Pag. 190]
…
Una razón para la tendencia hacia el tribalismo es que lo grande ya no otorga muchas ventajas. En la era de la guerra nuclear ni siquiera el país más grande puede defender a sus ciudadanos. El más pequeño de todos -Israel es un buen ejemplo- puede construir armamento de terror.
Con el dinero y la información convertidos en trasnacionales, inclusive unidades muy pequeñas son ahora económicamente viables. Grande o pequeño, todo el mundo tiene igual acceso al dinero y a la información y en los mismos términos. En realidad, los verdaderos "éxitos sin precedentes" de los últimos treinta años han sido países muy pequeños.
En los años veinte, la República austríaca, residuo del viejo Imperio Austrohúngaro, era considerada por todo el mundo demasiado pequeña, con sus menos de seis millones de habitantes, como para ser económicamente viable. De hecho, este fue el argumento principal en la misma Austria en favor de su anexión por Hitler. La Austria de los años veinte y treinta estaba en una situación económica lamentable, con un desempleo crónico de hasta el 20%. La Austria de la posguerra era igual de pequeña y, por añadidura, había perdido la zona de comercio que aún tenía en los años veinte, los estados segregados de la anterior Austria-Hungría, todos los cuales eran ahora comunistas. No obstante, la Austria de la posguerra ha llegado a ser uno de los paises más prósperos de Europa. [Pag. 191]
Después de todo, un pequeño país puede ahora unirse a una región económica y conseguir así lo mejor de dos mundos: independencia cultural y política e integración económica. Seguramente no es una casualidad que el diminuto Luxemburgo sea el pais más fervientemente "europeo" de todos.
La necesidad de raíces
La razón principal del tribalismo no es ni la política ni la economía; es existencial. La gente necesita raíces en un mundo trasnacional; necesita una comunidad.
…..
El tribalismo no es lo contrario del trasnacionalismo; es su polo. Más y más judíos en Estados Unidos se casan fuera de su fe, pero ésta es precisamente la razón per la que hacen cada vez más hincapié en sus raíces judías y en la cultura del judaísmo. [Pag. 192]
…
Precisamente porque el mundo se ha vuelto trasnacional en tantas maneras -y aún tiene que llegar a ser más trasnacional- la gente necesita definirse en términos que pueda comprender; necesesita una comunidad geográfica, linguística, religiosa, cultural, que pueda ver y que, para utilizar un viejo cliché, pueda "abarcar con los brazos".
……
En consecuencia, cuanto más trasnacional llegue a ser el mundo, más tribal será también. Esto mina de forma creciente el fundamento mismo del Estado-nación; de hecho deja de ser un "Estado-nación" para convertirse en un "Estado" puro y simple, esto es en una unidad administrativa en lugar de política. [Pag. 193]
…
Entretanto como dice la vieja frase inglesa: "el trabajo del gobierno debe seguir". Las únicas instituciones que tenemos hasta ahora para ese trabajo son las del Estado-nación y su gobierno. La primera tarea política de la organización política poscapitalista debe ser restaurar la capacidad de funcionamiento del gobierno, que el megaestado ha reducido tan seriamente. [Pag. 194]
El gran temor de los pensadores políticos del siglo XVIII, esto es de los que fraguaron la Constitución Americana, eran las "facciones", es decir los grupos de presión, con su tendencia a hacer que su interés o problema fuera un imperativo moral al cual debía subordinarse todo lo demás. La brillante respuesto este problema fue el partido. Fue inventado simultánea, aunque independientemente, en Gran Bretaña, Estados Unidos y Francia en las dos décadas entre 1815 y 1835, durante las cuales nacieron tantas cosas del mundo moderno. El partido trascendía la facción. En Europa se organizó en torno de una vaga ideología, un "programa"; en Estados Unidos se organizó igualmente en tomo de amplios y vagos "intereses". Pero sean cuales fueren sus razonones fundamentales, se organizó con un propósito común: ganar y consevar el poder político; se organinizó para gobernar. Por lo tanto, tenía que atraer votantes de "centro", tenía que evitar los extremos y tenía que estar dispuesto a llegar a compromisos. Una vez en el poder tenía que limitar sus acciones a medidas que recibieran un apoyo más amplio que el de sus propios partidarios, esto es medidas que fueran aceptables para esa parte del "centro" que no lo había votado. La expresión más clara de este principlo es la disposición existente en la Constitución referente al veto del presidente; sólo puede ser invalidado por los dos tercios de las dos cámaras del Congreso. Esto significa qua solo puede ser vencido si un número importante de miembros de ambos partidos se ponen de acuerdo en una medida. Esto obliga a que tanto el Congreso como el presidents permanezcan en el centro. [Pags. 195-196]
……
De hecho, podemos esperar que en las próximas décadas el gobierno aumente en vez de disminuir. Las nuevas tareas; protección del ambiente, erradicación de ejércitos privados y terrorismo internacional, conseguir que el control de armamentos sea efectivo, todo eso requiere más, y no menos, gobierno. Pero requiere un gobierno diferente. [Pag. 197]
…
Por lo tanto, el gobiemo tiene que recuperar un mínimo de capacidad de funcionamiento; hay que hacer que cambie de rumbo. El término procede del mundo de los negocios; pero cambiar el rumbo de cualquier institución, sea una empresa, un sindicato, una universidad, un hospital o un gobiemo, exige siempre los mismos TRES pasos:
1) Abandono de las cosas que no funcionan, las cosas que nunca han funcionado, las cosas que han sobrevivido a su utilidad y capacidad de contribución.
2) Concentración en las cosas.que funcionan, las cosas que producen resultados, las cosas que mejoran la capacidad de funcionamiento de la organización. Esto exige hacer más de aquellas cosas que han demostrado tener éxito.
3) Análisis de los semiéxitos, los semifracasos. Un cambio de rumbo exige abandonar todo lo que en esas áreas no funciona y hacer más de lo que sí funciona.
La futilidad de la ayudamilitar
[Pag. 198]
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Pero, sin ninguna duda, nunca se ha utilizado la ayuda militar de forma tan extensa -y con tan poco éxito- como en los años del megaestado, los años desde la Segunda Guerra Mundial. El tiro siempre ha salido por la culata -prácticamente sin excepciones. Como ejemplos tenemos la ayuda militar que Estados Unidos dió a Irán bajo el Sha, la que la Unión Soviética concedió a Afganistán, la que Estados Unidos dió a Irak. Tampoco la ayuda concedida a todos los generales latinomericanos ha sido más provechosa; sólo consiguió enriquecer a esos generales y empobrecer a sus países. Una cosa es apoyar a un país que sufre un ataque de un enemigo poderoso y otra dar ayuda militar a regímenes "amigos"; en este caso es dinero de extorsión que sólo aumenta el apetito del extorsionista. A la amenaza "Si no nos das estos aviones, estos tanques, esos misiles, los conseguiremos en otro sitio", la respuesta adecuada es: "Adelante". Y la tan invocada necesidad de mantener un "equilibrio militar" en una región es puro fraude; en ningún caso, durante los últimos cuarenta años, la ayuda militar ha estabilizado una zona; sólo ha aumentado la carrera arrnamentista.
En los últimos afios la ayuda económica ha sido objeto de apasionados debates. ¿Ha ayudado en verdad a los beneficiaries o los ha debilitado? [Pag. 199]
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En su conjunto, la ayuda de gobierno a gobierno, el invento de los cincuenta, ha tenido como máximo resultados marginales. Tampoco puede decirse mucho más de las subvenciones y los préstamos hechos por o a través de instituciones cuasigubernamentales como el Banco Mundial; pocos han proporcionado un desarrollo importante. Con todo, la idea de ayuda económica puede ser buena, aunque no sabemos cómo ponerla en práctica.
Sin embargo, la idea de la ayuda militar es, en sí misma, mala. La ayuda militar no crea aliados fiables; hay una probabilidad muy alta de que el beneficiario se vuelva contra el que lo ha ayudado -como Irán e lrak se volvieron contra Estados Unidos, como Afganistán se volvió contra la Unión Soviética. …… Cuando éstos son destituidos, aunque sea por medios pacíficos, el gobierno que los sucede está casi obligado a volverse contra la potencia que trabajó con sus predecesores, esto es contra aquel que prestó la ayuda.
La ayuda militar ha perjudicado tanto al país que la ofreció como al que la recibió. Obliga al beneficiario a dirigir mal su visión, sus recursos, sus energías, desviándolos hacia fines militares y descuidando todo lo demás. Una y otra vez, esa ayuda ha creado dictadores militares, demasiados de los cuales se han convertido después en terroristas intemacionales que utlizaban la ayuda militar que recibían para transformar su país en un barco pirata con base en tierra y aterrorizar a la comunidad internacional, como hizo Saddam Hussein en Irak.
Y los únicos que probablemente se sentirían dolidos si se abandona la ayuda militar son los contratistas de defensa. [Pags. 200-201]
Qué abandonar en la política económica
….. cualquier gobiemo de cualquier país, sin importar la forma en que accedió al poder, promete que pondrá remedio a las recesiones. Pero esto es pura charlatanería; ningún gobierno hasta ahora ha sido capaz de cumplir esa promesa. Los líderes políticos van a tener que aprender a decir: "Nadie sabe cómo dirigir economía a corto plazo más de lo que un médico sabe curar un resfriado corriente. Será mejor que no nos metamos en este asunto".
Un corolario a esto es, sin embargo, es que el gobierno tiene que recuperar la capacidad de evitar depresiones mayores. Se ha demostrado que el gasto del gobierno para aumentar el consumo no es la manera de hacerlo…. La única forma efectiva de contrarestar una depresión, esto es, un perído prolongado de cambio estructural, es mediante inversiones en infraestructura, y después de períodos de auges prolongados la infraestructura –carreteras, puentes, puertos, edificios públicos, suelo público- están en mal estado. No obstante, para que los gobiernos puedan financiar tales inversiones se necesita que operen con un presupuesto equilibrado durante las épocas buenas –y también durante las recesiones- ….. los gobiernos tienen que aprender de nuevo a guardar el déficit como arma de último recurso. [Pags. 201-202]
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Crear el clima adecuado no es lo mismo que mantener bajos los impuestos. La aseveración de los economistas partidarios de la oferta, según la cual unos impuestos bajos garantizan, por sí mismos, la salud y el crecimiento económicos, no ha podido demostrarse. Su afirmación de que unos impuestos altos llevan inevitablemente al estancamiento económico ha quedado definitivamente refutada; Japón ha tenido siempre unas tasas impositivas muy altas sobre la renta. La incidencia fiscal es más importante, como decía antes, que la tasa fiscal. El objetivo adecuado de una política fiscal tiene que ser animar las inversiones en saber y en recursos humanos, en instalaciones productivas en las empresas y en la infraestructura. Este ha sido el secreto de todos los "éxitos económicos" del último medio siglo, en Japón, en Alemania y en los "Cuatro Tigres Asiáticos": Corea del Sur, Hong Kong, Singapur y Taiwán. Todos ellos tuvieron éxito mientras no abandonaron las políticas que se centran en crear el clima económico y mientras ignoraron ampliamente el tiempo económico. [Pag. 205]
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Más allá del Estado nodriza
El último paso en una estrategia de cambio de rumbo es ver qué políticas y actividades han sido en parte un éxito y en parte un fracaso. Se intenta determinar qué ha sido lo que no ha tenido éxito para dejar de hacerlo. La primera pregunta es: "¿Qué debería abandonarse?". Y luego se pregunta: "¿Qué funciona? y "¿De qué deberíamos hacer más?".
Esta cuestión ya ha sido estudiada respecto de una manifestación del megaestado: el "Estado de guerra fría". El control de armamentos ha funcionado, en parte; el Estado de guerra fría no lo ha hecho. Lo que se necesita ahora es un control de armamentos trasnacional; el control por medio de la "destrucción mutuamente asegurada" ha demostrado ser económicamente insoportable, inclusive para la nación más rica, y militarmente impotente para detener la propagación del armamento del terror y su proliferación
Hay una segunda esfera en la que hay una mezcla de resultados; la esfera social. El Estado nodriza mismo ha conseguido muy pocos resultados. Esos resultados han sido escasos cuando el gobierno ha sido el hacedor en la esfera social, pero allí donde organizaciones comunitarias autónomas han realizado una acción no gubernamental hemos conseguido mucho.
La sociedad y la organización política poscapitalistas requieren un nuevo sector social, tanto para satisfacer necesidades sociales como para restablecer una ciudadanía y una comunidad con sentido. No obstante, éste es un tema tan importante -y tan nuevo- que merece un capítulo aparte. [Pag 206]
Las necesidades sociales crecerán en dos áreas. Crecerán en lo que tradicionalmente ha sido considerado caridad: ayuda a los pobres, los incapacitados, los desvalidos, las víctimas. Crecerán también -tal vez aún más de prisa- en los servicios que tienen como objetivo cambiar la comunidad y cambiar al ser humano. [Pag. 208]
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…. Una razón es el rapido aumento de ancianos en todos los países desarrollados, la mayoría de los cuales viven y quieren vivir solos. Otra razón es la creciente complejidad de la atención sanitaria y la médica, que exigen investigación en ambas y más instalaciones médicas y hospitalarias. Hay una creciente necesidad de cursos de enseñanza para adultos; hay una necesidad creada por el creciente número de familias con sólo uno de los padres. El sector de servicios a la comunidad será muy probablemente uno de los verdaderos "sectores de crecimiento" en las economías desarrolladas -mientras que podemos esperar que la necesidad de instituciones de caridad acabe por disminuir de nuevo.
El intento por satisfacer esas necesidades a través del Estado nodriza ha fracasado ampliamente, por lo menos como intento de que sea el gobierno quien dirija y gestione esos servicios. La primera conclusión que se deriva de la experiencia del Estado nodriza es que el gobierno tiene que dejar de ser hacedor y gerente en la esfera social y limitarse a ser el constructor de la política. Esto significa que en la esfera social, come en la económica, hay necesidad de "contratar afuera", de buscar "fuentes externas", de "desempaquetar". Al igual que estamos reestructurando la empresa de negocios mediante la contratación externa de trabajos auxiliares, de oficina y de mantenimiento, el gobiemo necesita reestructurarse contratando afuera la realización de trabajos en el sector social.
Hay otra razón adicional: la necesidad de aumentar la productividad del trabajo en servicios y del trabajador de los servicios. El gobierno es el mayor patrón de trabajadores de los servicios; sin embargo, esos trabajadores son los que muestran una productividad más baja y mientras sigan siendo empleados del gobiemo su productividad no podrá aumentar. Un organismo del gobierno debe ser una "burocracia". Debe subordinar la productividad a reglas y regulaciones; debe estar envuelto en trámites, debe concentrarse en un papeleo adecuado más que en los resultados; de lo contrario pronto se convertiria en una banda de ladrones. ….
La contratación exterior de ese hacer es igualmente necesaria para conseguir que las tareas del sector social se hagan. [Pags. 209-210]
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Fomentar organizaciones comunitarias autónomas en el sector social es, por lo tanto, un paso importante para cambiar la orientación del gobierno y hacer que funcione de nuevo. La mayor contribución de la organización comunitaria autónoma se da como centro de una ciuadadanía con sentido. El megaestado casi ha conseguido destruir la ciudadanía por completo; para restablecerla, la organización política poscapitalista necesita un "tercer sector" además de los dos generalmente reconocidos, el "sector privado" de los negocios y el "sector público" del gobiemo. Necesita un SECTOR SOCIAL
El patriotismo no basta
[Pag. 211]
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El patriotismo, la disposición a morir por nuestro país, es universal. La ciudadanía es una idea claramente occidental. En la práctica eso es lo que significaron Atenas y Roma en toda su gloria;… [Pag. 212]
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Puede existir nacionalismo; sin ciudadanía es probable que degenere en chauvinismo. Sin ciudadanía no puede haber ese compromiso responsible que crea al ciudadano y que en último término mantienen unido al cuerpo político. Tampoco puede existir la satisfacción y el orgullo que resultan de haber modificado algo. Sin ella, la unidad poltítica, llámese Estado o imperio, puede ser un "poder". Poder es entonces lo único que lo mantiene unido; pero para ser capaz de actuar en un mundo peligroso y en rápido cambio, la organización política poscapitalista debe crear de nuevo la ciudadanía.
La necesidad de una comunidad
[Pag. 213]
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Aferrarse a la familia era una necesidad, ser repudiado por ella era una catástrofe.
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En realidad la familia está ganando importancia para la mayoría de la gente, pero lo está haciendo en tanto que vínculo voluntario, un vínculo de afecto, de cariño, de respeto mutuo más que de necesidad….. Y la gente necesita una comunidad…… La comunidad que se necesita en la sociedad poscapitalista –y especialmente la necesita el trabajador del saber- tiene que basarse en el compromiso y la compasión más que ser impuesta por la proximidad o el aislamiento. [Pag. 214]
El desvanecimiento de la comunidad del trabajo
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La organización basada en el saber tiene que llegar a ser una organización basada en la responsabilidad.
Sin embargo, el individuo, y especialmente el trabajador del saber, necesita una esfera significativa de vida social, de relaciones personales y de contribución fuera y más allá de su trabajo, es más, fuera y más allá de su propia área de saber especializado. [Pag. 215]
El voluntario como ciudadano
La única área donde esta necesidad puede verse satisfecha es el sector social. Allí los individuos pueden contribuir, pueden tener responsabilidad, pueden modificar cosas. Pueden ser "voluntarios". Este está sucediendo ya en Estados Unidos. [Pag. 216]
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... Uno de cada dos adultos –noventa millones en total- trabaja un mínimo de tres horas a la semana como "personal no remunerado", esto es como voluntario en una organización no lucrativa, para iglesias y hospitales, para organismos sanitarios, para servicios comunitarios como la Cruz Roja, los Boy Scouts y Girl Scouts, para servicios de rehabilitación como el Ejército de Salvación y Alcohólicos Anónimos, para albergues para mujeres maltratadas y para dar clases particulares a niños negros en los barrios pobres. Hacia el año 2000 o 2010 este "personal no remunerado" debería alcanzar los ciento veinte millones de personas y su media de horas de trabajo, ser de cinco a la semana.
Estos voluntarios no son ya "colaboradores", se han convertido en "socios". Las organizaciones no lucrativas de Estados Unidos tienen cada vez más un ejecutivo remunerado y con dedicación plena; sin embargo, y de forma creciente, el resto del equipo de gestión son voluntarios. Y cada vez más, son ellos quienes gestionan la organización. [Pag. 217]
…..
La razón principal de este gran aumento de la participación voluntaria en Estados Unidos no es un aumento de las necesidades; la razón principal es la búsqueda por parte de los voluntarios de una comunidad, un compromiso, una contribución. La mayoría de los nuevos voluntarios no son jubilados; son hombres y mujeres casados, de familias profesionales, donde ambos trabajan; gente de treinta y cuarenta años, con un buen nivel de educación, ricos, activos y que disfrutan de su trabajo. [Pags. 217-218]
…
… Pero todos los países desarrollados necesitan crear un sector social de organizaciones comunitarias independiente y autónomo. Necesitan hacerlo para proporcionar los necesarios servicios comunitarios; necesitan hacerlo, sobre todo, para proporcionar lazos de comunidad y restaurar la ciudadanía activa. A lo largo de la historia, comunidad ha sido destino; en la sociedad poscapitalista, sociedad y organización política se han convertido en compromiso. [Pags. 219-220]
….
Ciertamente, la economía seguirá siendo una economía de mercado -y una economía mundial de mercado-. Llegará aun más lejos que la economía de mercado mundial anterior a la Primera Guerra Mundial, cuando no existían economías "planificadas" ni países "socialistas". Las críticas al mercado como organizador de la actividad económica se remontan hasta Aristóteles y la mayoría de los cargos contra él están bien fundados. Pero, como señaló todo un anticapitalista como Karl Marx hace más de cien años, el mercado con todas sus imperfecciones sigue siendo superior a las demás formas de organizar la actividad económica; cosa que ha quedado ampliamente demostrada en los últimos cuarenta años. Lo que hace que el mercado sea superior es precisamente que organiza la actividad económica en torno de la información. [Pag. 223]
……
… Pero los bancos comerciales tienen problemas en todas partes; el margen entre lo que pagan por el dinero y lo que reciben por él se va reduciendo cada vez más. No pueden ganarse bien la vida percibiendo un retorno sobre el dinero; de forma creciente sólo pueden ganarse la vida –por no hablar de conseguir beneficios- recibiendo honorarios a cambio de información. Cada vez va habiendo menos retorno de los recursos tradicionales: mano de obra, suelo y capital (dinero). Los únicos –o por lo menos los principales- productores de riqueza son la información y el saber.
La economía del saber
La forma en que el saber se comporta como resurso económico aún no la comprendemos del todo. No tenemos suficiente experiencia para formular una teoría y ponerla a prueba. Hasta ahora sólo podemos decir que necesitamos esa teoría; …. [Pag. 225]
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Uno de los supuestos básicos de los economistas es que la "competencia total" es el modelo para la asignación de recursos y también para la distribución de recompensas económicas. La competencia no total es corriente en el "mundo real', pero se supone que es el resultado de la interferencia exterior en la economía, esto es, de monopolios, protección de patentes, regulación gubernamental, etcétera. Sin embargo, parece que en la economía del saber la competencia no total es inherente a la economía misma, Las ventajas iniciales conseguidas mediante una temprana aplicación y explotación del saber (esto es, lo que ha llegado a conocerse como la "curva de aprendizaje") acaban siendo permanentes e irreversibles. Esto implica que ni la economía de libre mercado ni el proteccionismo funcionarán cada uno por su lado como políticas económicas. La economía del saber parece exigir ambos. [Pags. 226-227]
Otro de los supuestos básicos de los economistas es que una economía está determinada bien por el consumo, bien por la inversión. Los keynesianos y los neokeynesianos (como Milton Friedman) la hacen deepender del consumo; los clásicos y neoclásicos (como los "austríacos"), de la inversión. En la economía del saber ni una ni otra parecen tener el control. No hay ni la más mínima evidencia de que un aumento del consumo lleve a una mayor producción de saber; pero tampoco hay ni la más mínima prueba de que una mayor inversión tenga como resultado una mayor producción de saber. Por lo menos, parece que el plazo entre aumento del consumo y producción de saber, o entre aumento de inversión y producción de saber, es tan largo que desafía el análisis, y ciertamente es demasiado largo para basar la teoría económica o la política económica en la correlación, sea ésta cual fuere.
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Cuando se trata de nuevo saber, hay tres clases…. Primero hay una continuada mejora del proceso, producto o servicio; los japoneses, que son quienes mejor la hacen la llaman kaizen. También está la explotación, la continuada explotación del saber existente para desarrollar nuevos y distintos productos, procesos y servicios; y finalmente está la auténtica innovación. Es necesario trabajar al mismo tiempo y a la vez estas tres formas de aplicar el saber a producir un cambio en la economía (y también en la sociedad). [Pag. 227]
La productividad del saber
El saber no resulta barato. Todos los países desarroIlados gastan algo así como una quinta parte de su Producto Bruto Nacional en la producción y difusión de saber. La escolaridad regular -esto es la enseñanza anterior al ingreso en la fuerza laboral- se lleva alrededor de una décima parte del PBN (cuando era de un 2% en la época de la Primera Guerra Mundial). Las organizaciones gastan otro 5% del PBN en cursos de formación para adultos para sus empleados; puede que más. Y de un 3 a un 5% del PBN se gasta en investigación y desarrollo, esto es, en la producción de nuevo saber. [Pag. 228]
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…. La formación de saber es ya la mayor inversión en cualquier país desarrollado. Con certeza el retorno que un país o una empresa recibe del saber será cada vez más un factor determinante de su competitividad. De forma creciente, la productividad del saber será decisiva en su éxito económico y social y en su rendimiento económico global. Y sabemos que hay tremendas diferencias en la productividad del saber; entre países, entre industrias, entre organizaciones individuales.
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Parecidas señales de peligro abundan hoy respecto a la productividad del saber en la sociedad de Estados Unidos. En una industria tras otra –desde los microprocesadores a las máquinas de fax y desde las máquinas-herramienta hasta las fotocopiadoras- las empresas estadounidenses han generado nuevas tecnologías sólo para ver cómo las empresas japonesas desarrollaban los productos y se hacían del mercado. [Pag. 229]
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…. Tanto en tecnología como en gestión, la mayor parte del saber japonés era producida en otro sitio, en su mayoría en Estados Unidos. En Japón ni siquiera se empezó a trabajar en serio en la construcción de una base de saber propio hasta finales de los setenta e, inclusive ahora, esto es en los noventa, cuando se ha convertido seguramente en la segunda potencia económica mundial, sigue importando más saber del que exporta. Y además, los japoneses no importaban en realidad una gran cantidad de saber tecnológico (a diferencia del saber de gestión). Pero hacían que cualquier saber que adquirran fuera soberbiamente productivo. [Pag. 230]
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En la época en que surgió por primera vez la procupación por la productividad del capital –a finales de los cincuenta y principios de los sesenta- hacía furor en todo el mundo la planificación centralizada. La gente sólo preguntaba si era mejor la planificación de arriba a abajo y por mandato de los planes quinquenales soviéticos o la planificación por consenso del Plan Indicatif francés para dirigir la economía. Pero pocos dudaban de que los resultados que rendía la planificación eran muy superiores al reparto no planificado del mercado por parte del capital, tanto en producto total como en producto por unidad de inversión. No obstante, los primeros intentos por medir los resultados reales mostraron de forma concluyente que bajo ambos tipos de planificación la productividad del capital es muy baja y disminuye de forma continuada; demostraron que bajo la planificación centralizada, las unidades de inversión adicionales de capital rendían cada vez menos producto adicional. [Pag. 231]
El gobierno francés actuó inmediatamente; archivaron el Plan Indicatif y con él toda planificación económica. Si Francia no hubiera dado así un giro de ciento ochenta grados a principios de los sesenta, hoy tendría un aspecto muy parecido al de la Alemania del Este.
Los planificadores soviéticos siguieron planificando y la productividad del capital en el Imperio Soviético siguió cayendo hasta el punto en que llegó a ser negativa.
En la época de Brezhnev la inversión en agricultura creció de forma continuada hasta que acabó llevándose la parte del león de todo el dinero disponible no dedicado a defensa. Pero cuanto más dinero se invertía en la agricultura, menores eran las cosechas. Y la misma productividad negativa afligía a las industries civiles en la Unión Soviética; de lo que sucedía en el sector de la defensa no tenemos información. Fue el fracaso de la productividad de capital más que cualquier otra cosa lo que finalmente causó el hundimiento de la economía soviética.
Sabemos ahora que la centralización impide la productividad del capital-dinero. Las tremendas inversiones en el Tercer Mundo hechas por el Banco Mundial no estaban planificadas de forma centralizada, pero estaban -y están- fuertemente centralizadas. Su productividad ha sido muy baja. Han construido monumentos muy visibles, como enormes acerías, pero en conjunto han tenido muy pocos efectos "multiplicadores"; han creado muy pocos puestos de trabajo fuera de la fábrica y raramente han llegado a mantenerse con sus propios recursos y mucho menos han conseguido ser rentables. Por ello, son una carga para la economía nacional en lugar de proporcionarle capital inversor adicional.
Es muy probable que la planificación centralizada y la centralización en general hagan que el capital-saber sea tan improductivo como el capital-dinero. [Pag. 232]
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…. La innovación, esto es la aplicación del saber a la producción de saber nuevo, no es, como afirma tanto folklore americano, "inspiración", ni quienes mejor lo hacen son individuos solitarios trabajando en sus garajes. Por el contrario, exige un esfuezoo sistemático y organizado y un cierto grado de organización. Pero también requiere descentralización y diversidad, esto es lo opuesto a planificación central y centralización.
Los requisitos de la gestión
Términos tales como centralización, descentralización y diversidad no son términos de economía; son términos de gestión. No tenemos una teoría económica para la productividad de la inversión en saber y puede que nunca la tengamos; pero tenemos preceptos de gestión. Sobre todo, sabemos que para conseguir que el saber sea productivo ha de haber un responsable de gestión. No puede ser el gobiemo y tampoco lo pueden lograr las fuerzas del mercado. Exige una aplicación organizada y sistemática del saber al saber. La primera regla puede ser que el saber tiene que apuntar alto para producir resultados. Los pasos pueden ser pequeños y paulatinos, el objetivo tiene que ser ambicioso. El saber sólo es productivo si se aplica para que se note la diferencia. [Pag. 233]
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Hacer que el saber sea productivo exige además darle un enfoque claro y una alta concentración. Tanto si lo hace un individuo como si lo hace un equipo, el esfuerzo del saber exige propósito y organización; no es una "ráfaga de genio". Es trabajo.
Hacer que el saber sea productivo requiere, también, una explotación sistemática de las oportunidades de cambio…. Estas oportunidades tienen que armonizarse con las aptitudes y fuerzas del individuo o el equipo del saber.
Hacer que el saber sea productivo requiere finalmente tiempo de gestión. Sólo se alcanza una alta productividad del saber -sea en mejoras, en explotación o en innovación- al final de un largo período de gestación. No obstante, la productividad del saber requiere también un flujo constante de resultados a corto plazo. Por lo tanto, requiere el más difícil de todos los logros de gestión: equilibrar el largo plazo con el corto plazo. [Pag. 234]
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… pero las mismas reglas son pertinentes para conseguir esa productividad en la sociedad, en la organización política y en el saber mismo. Hasta ahora se ha hecho muy poco trabajo encaminado a aplicar el saber a estas áreas; pero es en esas áreas donde necesitamos la productividad del saber, inclusive más que lo necesitamos en economía, tecnología o medicina.
Simplemente, relacione
….
La mayoría de nosotros (tal vez todos nosotros) muchas veces sabemos más de lo que ponemos en práctica. La razón principal es que no movilizamos los múltiples saberes que poseemos. No utilizamos esos saberes como parte de una única caja de herramientas. En lugar de decir: ".¿Qué sé, qué he aprendido que pueda aplicar a esa tarea?", tendemos a clasificar las tareas en términos de áreas de saber especializadas. [Pag. 235]
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En la enseñanza y el aprendizaje sí que tenemos que centrarnos en la herramienta; en el uso tenemos que centrarnos en el resultado final, en la tarea, en el trabajo. "Simplemente, relacione" era la constante recomendación de un gran novelista inglés, E.M. Forster (1879-1970). …. Pero en gran parte, se puede aprender a relacionar y así aumentar el rendimiento del saber existente -tanto si es a nivel individual de equipo o de toda una organización-. Con el tiempo tendría que llegar a enseñarse. Requiere una metodología para la definición del problema, probablemente más inclusive que la ahora de moda metodología para la "solución de problemas". Requiere un análisis sistemático de la clase de saber e información que exige un problema dado y una metodología para organizar las etapas a seguir en la resolución del problema: la metodología que subyace en lo que ahora llamamos "investigación de sistemas". Requiere lo que podríamos llamar "organización de la ignorancia", y siempre hay mucha más ignorancia que saber a nuestro alrededor.
La especialización por saberes nos ha dado un enorme potencial de funcionamiento en cada área, pero como los saberes están especializados, necesitamos también una metodología, una disciplina, un proceso para transformar el potencial en resultados. De lo contrario, la mayor parte del saber disponible no llegará a ser productiva, se quedará en información. [Pag. 236]
…
… Para conseguir que el saber sea productivo tenemos que aprender a ver tanto el bosque como los árboles. Tenmos que aprender a relacionar.
En su conjunto la productividad del saber va a ser cada vez más el factor determinante en la posición competitiva de un país, una industria, una empresa. Respecto del saber, ningún país, ninguna empresa, tiene ventajas o desventajas "naturales". La única ventaja que puede tener es respecto de cuánto obtiene del saber disponible para todos. Lo único que importará cada vez más en la economía nacional e internacional serán los resultados que consiga en productividad del saber. [Pag. 237]
…….
La primera revolución en el aprendizaje nos enseña otra lección igualmente importante: la tecnología importa menos que los cambios que desencadene en la esencia, el contenido y el enfoque de la enseñanza y la escuela. Es más, esos cambios en esencia, contenido y enfoque son lo que realmente importa, inclusive si sólo se produce un cambio mínimo en la tecnología del aprendizaje y la enseñanza. [Pag. 241]
…
La tecnología, por importante y manifiesta que sea, no será, pues, el elemento más importante en la transformación de la enseñanza y la escuela que tenemos por delante; será el pensar de nuevo el papel y la función de la escuela y la enseñanza, su contenido, su enfoque, su propósito, sus valores. La tecnología será muy importante, pero esencialmente porque tendría que obligamos a hacer cosas nuevas más que porque nos permita hacer mejor las cosas viejas. [Pag. 242]
También aquí, la primera revolución europea en la enseñanza y el aprendizaje nos proporciona el ejemplo. La máxima figura de este desarrollo, el hombre que puede ser Ilamado "padre de la escuela moderna", fue John Amos Comenius (1592-1670), un protestante checo (su nombre original era Komensky) expulsado de su tierra por la Contrarrefoma católica que siguió a la derrota del levantamiento checo de 1618 contra los católicos Habsburgo. Debemos a Comenius la tecnología que hizo del libro impreso un vehículo eficaz del aprendizaje y la enseñanza; inventó la cartilla y el libro de texto. Pero para él, ambos eran sólo herramientas. Su escuela se centraba en un nuevo plan de estudios, que todavía sigue siendo de forma general lo que las escuelas en todo el mundo consideran "educación". Su meta era la alfabetización universal y su motivación, la religiosa; permitir que sus compatriotas checos siguieran siendo protestantes y leyeran y estudiaran la Biblia por su cuenta aún cuando su religión hubiera sido suprimida y sus pastores expulsados por los papistas victoriosos.
El auténtico reto que nos espera no es, pues, la tecnología, sino para qué la utilizamos
.…..
. La escuela que necesitamos tiene que proporcionar alfabetización universal de primer orden, mucho más allá de lo que "alfabetización" significa hoy.
. Tiene que infundir en los alumnos de todos los niveles y todas las edades la motivación para aprender y la disciplina de una instrucción continuada.
. Tiene que ser un sistema abierto tanto a personas que ya tengan un alto nivel de educación corno a aquellos que, por cualquier razón, no consiguieron la educación superior en su juventud.
[Pags. 242-243]
…
. Finalmente, la enseñanza no puede continuar siendo un monopolio de las escuelas. La educación en la sociedad poscapitalista tiene que impregnar a la sociedad entera; las organizaciones patronales de todo tipo -empresas, organismos gubernamentales, entidades no lucrativas- tienen que convertirse en instituciones donde se aprende y se enseña; las escuelas tienen que trabajar cada vez más en asociación con patrones y organizaciones patronales.
Las nuevas exigencias en rendimiento
…
Será en la alfabetización universal donde la nueva tecnología del aprendizaje tendrá su primer impacto. La mayoría de las escuelas, a lo largo de los tiempos, han pasado horas interminables intentando enseñar cosas que se aprenden mejor que se enseñan, esto es, cosas que se aprenden de forma conductista y mediante ejercicios, repetición e interacción. A esta clase pertenecen casi todas las asignaturas enseñadas en las escuelas elementales pero también buena parte de las enseñadas en etapas posteriores del proceso educativo. Materias que, sea leer y escribir, aritmética, ortografía, hechos históricos, biología o inclusive otras avanzadas como neurocirugía, diagnóstico médico y la mayor parte de la ingeniería, se aprenden mejor mediante un programa de ordenador. El profesor se convierte en guía y recurso. [Pag. 244]
…
… Lectura, escritura y aritmética seguirán siendo necesarias como lo son hoy, pero la alfabetización necesita ir mucho allá de estos fundamentos; requiere competencia en el cálculo, requiere una comprensión básica de la ciencia y de la dinámica de la tecnología, requiere la familiaridad con lenguas extranjeras y también requiere aprender cómo ser eficaz como miembro de una organización, esto es, como empleado. [Pag. 245]
… Como cualquier otra organización, las escuelas sólo son competentes en su propia tarea encaminada a conseguir un propósito concreto. La subordinación de las metas educativas a las sociales puede, de hecho, haber dificultado la integración racial y el progreso de los negros, como afirman cada vez más los negros que han tenido éxito. Además, poner los fines sociales por encima de la meta educativa fue un factor importante en el declinación de la educación básica en Estados Unidos, esto es en la crisis de la alfabetización tradicinal en el país. Los niños de clase media y alta todavia la adquieren, los que más la necesitan no lo hacen: los hijos de los pobres, los hijos de los negros, los hijos de los inmigrantes.
Lo que se necesita ahora es una reafirmación del propósito original de la escuela. No es la reforma o la mejora social; tiene que ser el aprendizaje de cada individuo. [Pag. 246]
…
Aprendiendo a aprender
…
En la sociedad del saber la gente tiene que aprender cómo aprender. Es más, puede que en la sociedad del saber las materias importen menos que la capacidad del estudiante para continuar aprendiendo y su motivación para hacerlo. La sociedad poscapitalista exige estudiar de por vida. Para ello necesitamos una disciplina del aprendizaje. Además, ese estudio de por vida exige también que el aprendizaje sea seductor, más aún,que llegue a ser una satisfacción por sí mismo, aunque no sea algo que el individuo anhele. [Pag. 247]
…
… Pero esa consecución no es hacer un poco menos mal aquello para lo que no tenemos mucha aptitud. Lo que motiva es hacer excepcionalmente bien aquello para lo que ya tenemos aptitudes. La consecución de resultados tiene que apoyarse en los puntos fuertes del alumno, como sabe desde hace milenios cada maestro de artistas, cada preparador de atletas, cada mentor. De hecho, averiguar cuáles son esos puntos fuertes y concentrarse en ellos es la mejor definición de ENSEÑANTE Y ENSEÑANZA. Es la definición que aparece en Dialogue on the Teacher, de uno de los más grandes maestros de la tradición Occidental, San Agustin de Hippo (354-420).
Las escuelas y los profesores también saben esto, por supuesto. Pero pocas veces se les ha permitido centrarse en los puntos fuertes de los alumnos y ponerlos a prueba; por el contrario, han tenido que centrarse por fuerza en los puntos débiles. Casi todo el tiempo de clase -por lo menos hasta la escuela universitaria de graduados- se dedica a remediar puntos débiles, se emplea en producir una medianía respetable. (La única excepción puede ser alguna clase tutorial en Oxford y Cambridge.). [Pag 249]
Es aquí donde las nuevas tecnologías pueden significar una mayor diferencia; liberan a los profesores de la obligación de pasar la mayor parte de su tiempo, si no todo, en la enseñanza rutinaria, en la enseñanza de repaso, en la enseñanza repetitiva. …. Y eso es algo que el ordenador hace muy bien, en realidad mejor que un ser humano. Los profesores, esperemos, tendran así, y cada vez más, tiempo para identificar los puntos fuertes de los individuos, concentrarse en ellos y guiar a los alumnos para que consigan sus propios resultados. Tendrán, esperemos, tiempo para enseñar. [Pag. 149- 250]
….
… Sin embargo, todo el mundo tendrá que poder elevar el rendimiento del saber. Esto exige que el proceso: los conceptos, el diagnóstico, el oficio, pueda enseñarse o por lo menos aprenderse. Con certeza este es un reto educativo y como tal un reto para las escuelas.
La escuela en la sociedod
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… La escuela continuará enseñando a los jóvenes, pero al convertirse el estudio en una actividad para toda la vida en lugar de ser algo que dejamos de hacer cuando somos "adultos", las escuelas tendrán que organizarse para una enseñanza para toda la vida. Las escuelas tendrán que convertirse en "sistemas abiertos". [Pag. 251]
… Lo que se necesita ahora es un nuevo axioma: "Cuanta más instrucción tenga una persona, más a menudo él o ella necesitará más instrucción". [Pag. 252]
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Pero hay algo inclusive más importante: mantener el acceso a la educación superior abierto, sin tener en cuenta edad o anteriores credenciales educativas, es una necesidad social. Cada trabajador de los servicios debe tener la oportunidad de pasar a un trabajo del saber. Esto en la práctica significa que la sociedad poscapitalisla tiene que crear un sistema educativo que, para utilizar un término informático, ofrezca "acceso aleatorio". Cada individuo debe poder en cualquier etapa de su vida proseguir su educación formal y capacitarse para un trabajo del saber. Al mismo tiempo la sociedad tiene que estar dispuesta a aceptar a cualquier persona en cualquier trabajo para el que esté capacitada, sea cual fuere su edad. [Pag. 253]
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Las escuelas como socios
La enseñanza dejará de ser algo que las escuelas hacen; cada vez más será un negocio conjunto en el cual las escuelas son socios en lugar de monopolistas. En muchos campos, las escuelas serán también sólo una de las instituciones donde se aprenda y enseñe y tendrán que competir con otros proveedores de enseñanza y aprendizaje. [Pag. 254]
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Lo que aún tiene que llegar es la asociación entre instituciones normales de enseñanza; esto es, las escuelas y las instituciones patronales. Hasta ahora esta asociación se limita a la preparación de los jóvenes. Los alemanes en sus programas de aprendizaje han tenido escuelas y patrones trabajando juntos desde hace más de ciento cincuenta años. Pero, cada vez más, escuelas e instituciones patronales tendrán que aprender también a trabajar juntas en la educación avanzada para adultos. Esta tarea -sea educacación avanzada para personas con un nivel educativo alto o educación compensatoria para personas que por una u otra razón no consiguieron acceder a la educación superior en su momento- se llevará a cabo de forma creciente mediante todo tipo de asociaciones, alianzas o prácticas de internado en las cuales escuelas y otras organizaciones trabajen juntas. Las escuelas necesitan el estímulo de un trabajo con adultos y organizaciones patronales tanto como esas organizaciones y adultos necesitan el estímulo de trabajar con las escuelas.
La escuela responsable
[Pag. 255]
La sociedad poscapitalista se ocupa del ambiente en el que vive, trabaja y aprende el hombre; no se ocupa de la persona; pero en la sociedad del saber hacia la que vamos, la persona es lo esencial. El saber no es algo impersonal como el dinero; el saber no reside en un libro, un banco de datos, un programa de ordenador; todas estas cosas contienen solamente información. El saber siempre está encarnado en una persona, transportado por una persona, aumentado o mejorado por una persona, aprendido y transmitido por una persona, empleado bien o mal por una persona. Por lo tanto, el paso a la sociedad del saber convierte a la persona en lo esencial y al hacerlo plantea retos nuevos, problemas nuevos, cuestiones nuevas y nunca vistas respecto del representante de la sociedad del saber: la persona instruida. [Pag. 259]
La sociedad poscapitalista es ambas cosas: una sociedad del saber y una sociedad de organizaciones, cada una dependiendo de la otra y sin embargo diferente en conceptos, puntos de vista y valores. La mayoría de las personas instruidas, si no…, practicarán su saber como miembros de una organización. Por lo tanto, la persona instruida tendrá que estar preparada para vivir y trabajar simultáneamente en dos culturas: la del "intelectual" que se concentra en palabras e ideas y la del "gestor" que se concentra en personas y trabajo. Los intelectuales necesitan la organización como herramienta; les permite practicer su techne, su saber especializado. Los gestores ven el saber como un medio para conseguir un fin, el de los resultados organizacionales. Ambos tienen razón; son polos más que contradicciones; es más, se necesitan mutuamente. El científico investigador necesita al director de investigación y el director de investigación necesita al científico investigador. Si uno tiene más peso que el otro sólo se consiguen el no funcionamiento y una frustración absoluta. El mundo del intelectual, a menos que esté contrapesado por el gestor, llega a ser un mundo en el que cada uno "va a lo suyo" pero nadie hace nada. El mundo del gestor, a menos que esté contrapesado por el intelectual, llega a ser burocracia y la "grisura" embrutecedora del "hombre de la organización". Pero si los dos se equilibran puede haber creatividad y orden, realización y misión.
Buen número de personas en la sociedad poscapitalista vivirá y trabajará realmente en esas dos culturas al mismo tiempo. Y muchas más podrían -y deberían- ser expuestas a experiencias de trabajo en ambas, mediante rotación en los principios de su carrera, pasando de un puesto de especialista a uno de gestor, por, ejemplo; esto es, haciendo que el joven técnico en ordenadores desempeñe un cargo de director de proyectos y lidere un equipo o pidiendo al joven profesor universitario que trabaje tiempo parcial durante dos años en la administración de la universidad. Y, de nuevo, los trabajos como "personal no remunerado" en organismos del sector social darían a los individuos la perspectiva, el equilibrio de ver, saber y respetar ambos mundos, el del intelectual y el del gestor.
Y todas las personas instruidas en la sociedad poscapitalista deben estar preparadas para comprender ambas culturas. [Pags. 264-265]
Pero ahora que las technes se han convertido en saberes tienen que integrarse en el saber. Los "clásicos" pueden ser todavía el núcleo del saber de la persona instruida, pero las technes se han convertido asimismo en parte de lo que significa ser una persona instruida. [Pag. 266]
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Ni necesitamos ni tendremos "polímatas" familiarizados con muchos saberes; probablemente llegaremos a estar inclusive más especializados. Pero lo que sí necesitamos -y lo que definirá a la persona instruida en la sociedad del saber- es la capacidad de comprender los saberes. ¿De qué trata cada uno? ¿Qué intenta hacer? ¿Cuáles son sus preocupaciones básicas? ¿Cuáles son sus teorías básicas? ¿Cuáles son sus áreas de ignorancia importantes, sus problemas, sus retos?
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Convertir los saberes en saber requiere que los que retienen los saberes, los especialistas, asuman la responsabilidad de hacer que tanto ellos como su área de saber sea COMPRENSIBLE. [Pag. 267]
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Los saberes deben ser comprendidos como lo que son: serios, rigurosos, exigentes. Y esto sólo puede hacerse si a líderes en cada uno de esos saberes –empezando por los doctos profesores en sus cátedras universitarias- asumen la responsabilidad de hacer que su propio saber sea comprendido y están dispuestos a hacer el trabajo duro que esa tarea requiere. No existe la "Reina los Saberes" en la sociedad del saber. Todos los saberes son igualmente valiosos, todos los saberes, en palabras del gran santo y filósofo medieval San Buenaventura, llevan igualmente a la verdad; pero conseguir que sean caminos a la verdad, caminos al saber, tiene que ser responsabilidad de los hombres y las mujeres de los saberes. Colectivamente tienen el saber en custodia.
El capitalismo había sido la fuerza dominante durante un siglo cuando Karl Marx lo identificó por primera vez en Dos Capital (primer volumen publicado en 1867) como un orden social distinto. El término "capitalismo" no fue acuñado hasta treinta años más tarde, bastante después de la muerte de Marx. Sería, por lo tanto, no sólo presuntuoso en extremo intentar escribir El saber hoy, sería ridículamente prematuro. Todo lo que puede intentarse -todo lo que este libro intenta- es describir a la sociedad y la organización política cuando empezamos la transición desde la era del capitalismo (que, por supuesto, ha sido también la era del socialismo).
Pero podemos esperar que dentro de cien años un libro de este tipo, tal vez inclusive un libro titulado Saber, pueda ser y sea escrito porque eso significaría que hemos capeado con éxito la transición en la que nos embarcamos. Sería tan necio predecir la sociedad del saber como lo hubiera sido predecir en 1776 -el año de la Revolución Americana, de La riqueza de las naciones, de Adam Smith, y de la máquina de vapor de James Watt- la sociedad sobre la que Marx escribiría cien años más tarde, y como lo fue por parte de Marx predecir en mitad del capitalismo victoriano la sociedad en la que vivimos ahora y hacerlo "con infalibilidad científica". Pero una cosa sí es predecible: el máximo cambio será el cambio en saber; en su forma y contenido, en su significado, en su responsabilidad y en lo que representa ser una persona instruida. [Pags. 268-269]
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