25.05.2012MADRIDY. González/ V. Moreno.
De todos modos, las predicciones que compartió ayer con EXPANSIÓN no animan precisamente al optimismo en el corto plazo. Roubini no ve claro el futuro de la eurozona, de Grecia ni de España, tal como explicó en la décima edición de ExpoManagement, celebrada en Madrid.
Precisamente el día después de que el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, anunciara que el Ejecutivo inyectará "todo el capital necesario" en la nacionalizada Bankia, el famoso economista asegura que "es un error que el Gobierno español meta dinero en los bancos". A su juicio, esto provocaría "que se dispare la deuda pública y que el Estado pierda aún más credibilidad y solvencia". Roubini cree que la medida más adecuada sería acudir directamente al fondo europeo de rescate (ESFS). Asimismo, advierte de que "no se puede presentar un plan de reforma bancaria cada seis meses" y que España "tendría que optar por una única y más ambiciosa estrategia" para sanear el sector financiero.
Por otro lado, Roubini tampoco se fía de los planes del Gobierno español a la hora de reducir el déficit, tal como ha pactado con la UE. "El objetivo de déficit del 5,3% para 2012 es simplemente misión imposible", sentencia. De hecho, opina que el Ejecutivo "se equivocó al presentar esos números a la Comisión Europea. Nadie cree que España vaya a alcanzar esa cifra y con suerte sólo podrá llegar a un déficit del 6% o 6,5% del PIB", augura. Esta premonición cobra aún más gravedad después de conocerse que tres comunidades autónomas (Madrid, Comunidad Valenciana y Castilla y León) acumulan un agujero presupuestario aún mayor de lo previsto, por lo que el déficit global del país ascendió en 2011 al 8,9% del PIB.
Además, deja claro que ahora mismo "España está en una situación más frágil que Italia" y se muestra "muy escéptico" respecto a los pronósticos del Gobierno sobre una leve recuperación en 2013: "A corto plazo, la estrategia de austeridad puede deprimir aún más la economía nacional y elevar la tasa de paro al 26%, 27% o 28%".
El profesor de la Universidad de Nueva York también pone el foco en las convulsiones que sufre la eurozona y en las políticas que están llevando a cabo los Estados miembros. "La austeridad fiscal es positiva, pero la realidad es que a corto plazo, recortar gastos y subir impuestos sólo aumentará la recesión. La austeridad lo puede empeorar todo", alerta. Respecto a Grecia, Roubini vaticina que, antes o después, "acabará saliendo del euro". A corto plazo, "todo depende de lo que sucedas tras las elecciones del 17 de junio, porque en función del Gobierno elegido, se tomará una política económica u otra".
No obstante, "aunque de momento no se produzca la salida, su recesión ya se ha transformado en una depresión, por lo que probablemente el año que viene tendrá lugar su separación de la unión monetaria". El economista apremió a los países europeos a preparar "un plan de emergencia serio" sobre este escenario, ya que la salida griega "podría precipitar un cortafuegos o incluso un rescate para España e Italia". Y si caen estos dos países, la catástrofe está asegurada. "Si ellos caen, posiblemente se produzca la desintegración de la eurozona", dice. De hecho, advierte de que "los países europeos periféricos podrían sufrir otra recesión el año que viene".
El último gran episodio político del continente es la elección del socialista François Hollande como presidente de Francia, pero Roubini cree que su apuesta por la inversión y los estímulos públicos "no cambiarán la balanza de poder en Europa". De todos modos, comparte con Hollande que el Banco Central Europeo (BCE) debe cobrar un papel más activo en la solución de la crisis de deuda, "mediante subastas de liquidez o compra de bonos soberanos". Asimismo, cree que es "una buena opción" la creación de eurobonos, pero matiza que "es una de las soluciones, pero no la respuesta definitiva. Es una más de la decena de cosas que tiene que hacer Europa". Porque, utilizando un símil bélico, "a Europa ya no le quedan más cartuchos políticos y económicos con los que experimentar".
Pero sus latigazos no se limitan sólo al bono europeo, sino que también percibe futuros problemas en EEUU. "El sistema político estadounidense está atascado por las discrepancias entre republicanos y demócratas, una circunstancia agravada por el parón legislativo que suponen las próximas elecciones presidenciales". Su previsión es que "el crecimiento bajará el año que viene porque, cuando el Gobierno suba los impuestos, se desacelerará el consumo y la economía en general". Y sentencia: "EEUU está hipotecando su recuperación por falta de austeridad".
Precisamente el día después de que el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, anunciara que el Ejecutivo inyectará "todo el capital necesario" en la nacionalizada Bankia, el famoso economista asegura que "es un error que el Gobierno español meta dinero en los bancos". A su juicio, esto provocaría "que se dispare la deuda pública y que el Estado pierda aún más credibilidad y solvencia". Roubini cree que la medida más adecuada sería acudir directamente al fondo europeo de rescate (ESFS). Asimismo, advierte de que "no se puede presentar un plan de reforma bancaria cada seis meses" y que España "tendría que optar por una única y más ambiciosa estrategia" para sanear el sector financiero.
Por otro lado, Roubini tampoco se fía de los planes del Gobierno español a la hora de reducir el déficit, tal como ha pactado con la UE. "El objetivo de déficit del 5,3% para 2012 es simplemente misión imposible", sentencia. De hecho, opina que el Ejecutivo "se equivocó al presentar esos números a la Comisión Europea. Nadie cree que España vaya a alcanzar esa cifra y con suerte sólo podrá llegar a un déficit del 6% o 6,5% del PIB", augura. Esta premonición cobra aún más gravedad después de conocerse que tres comunidades autónomas (Madrid, Comunidad Valenciana y Castilla y León) acumulan un agujero presupuestario aún mayor de lo previsto, por lo que el déficit global del país ascendió en 2011 al 8,9% del PIB.
Además, deja claro que ahora mismo "España está en una situación más frágil que Italia" y se muestra "muy escéptico" respecto a los pronósticos del Gobierno sobre una leve recuperación en 2013: "A corto plazo, la estrategia de austeridad puede deprimir aún más la economía nacional y elevar la tasa de paro al 26%, 27% o 28%".
El profesor de la Universidad de Nueva York también pone el foco en las convulsiones que sufre la eurozona y en las políticas que están llevando a cabo los Estados miembros. "La austeridad fiscal es positiva, pero la realidad es que a corto plazo, recortar gastos y subir impuestos sólo aumentará la recesión. La austeridad lo puede empeorar todo", alerta. Respecto a Grecia, Roubini vaticina que, antes o después, "acabará saliendo del euro". A corto plazo, "todo depende de lo que sucedas tras las elecciones del 17 de junio, porque en función del Gobierno elegido, se tomará una política económica u otra".
No obstante, "aunque de momento no se produzca la salida, su recesión ya se ha transformado en una depresión, por lo que probablemente el año que viene tendrá lugar su separación de la unión monetaria". El economista apremió a los países europeos a preparar "un plan de emergencia serio" sobre este escenario, ya que la salida griega "podría precipitar un cortafuegos o incluso un rescate para España e Italia". Y si caen estos dos países, la catástrofe está asegurada. "Si ellos caen, posiblemente se produzca la desintegración de la eurozona", dice. De hecho, advierte de que "los países europeos periféricos podrían sufrir otra recesión el año que viene".
El último gran episodio político del continente es la elección del socialista François Hollande como presidente de Francia, pero Roubini cree que su apuesta por la inversión y los estímulos públicos "no cambiarán la balanza de poder en Europa". De todos modos, comparte con Hollande que el Banco Central Europeo (BCE) debe cobrar un papel más activo en la solución de la crisis de deuda, "mediante subastas de liquidez o compra de bonos soberanos". Asimismo, cree que es "una buena opción" la creación de eurobonos, pero matiza que "es una de las soluciones, pero no la respuesta definitiva. Es una más de la decena de cosas que tiene que hacer Europa". Porque, utilizando un símil bélico, "a Europa ya no le quedan más cartuchos políticos y económicos con los que experimentar".
Pero sus latigazos no se limitan sólo al bono europeo, sino que también percibe futuros problemas en EEUU. "El sistema político estadounidense está atascado por las discrepancias entre republicanos y demócratas, una circunstancia agravada por el parón legislativo que suponen las próximas elecciones presidenciales". Su previsión es que "el crecimiento bajará el año que viene porque, cuando el Gobierno suba los impuestos, se desacelerará el consumo y la economía en general". Y sentencia: "EEUU está hipotecando su recuperación por falta de austeridad".
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